Durante mucho tiempo, han surgido hipótesis sobre el origen de las diferentes civilizaciones de la historia. Sobre todo, se convierte en una ardua tarea cuando no se tienen evidencias o rastros fiables que puedan ofrecer algún tipo de información. Ya que, si fueron pueblos nómadas o exterminadas por las guerras o enfermedades, se torna más difícil. Una de las que más ha llamado la atención, ha sido la civilización celta. Fundamentada, por ser la primera en sus características indoeuropeas expandidas por numerosos países de Europa. Con esencia de guerreros, se caracterizaban por resistir cualquier invasión. Incluso, luchaban entre sus mismos pueblos. De sus diferentes lenguas, se originan la mayoría de los idiomas que conocemos hoy día. Sin embargo, hoy te contamos sobre las nuevas pruebas sobre el origen de los irlandeses.
Índice
Nuevas pruebas sobre el origen de los irlandeses
Irlanda como cuna de los celtas
Se manejan evidencias, de las posibles olas migratorias de la civilización celta. Muestras de restos encontrados en la isla de Irlanda, reflejan que existió un mosaico de diferentes culturas que fueron confluyendo hasta ir conformando una sola. Tenían rasgos de españoles con características fisionómicas de habitantes del medio oriente. Esto, sugiere que las tribus nómadas se movilizaron desde naciones del este europeo hasta el oeste. Expandiéndose por varios países como los que conocemos actualmente. Fue en Irlanda, Escocia e Inglaterra donde se asentaron los Británicos. Y fue Francia, Norte de Italia, Suiza y Alemania el territorio escogido por los galos.
La genética como patrón migratorio de los celtas
La ciencia, basó el estudio genético del ADN de los habitantes de los pueblos del oeste Europeo. En este estudio, se caracterizó el predominio Celta dando origen a lo que hoy conocemos el pueblo Irlandés. Cabe destacar, que el ADN fue modificándose producto de las diferentes migraciones. Sin embargo, nuevas hipótesis iban surgiendo a partir de las posibles transiciones de estilos de vida. Y a su vez, surgían nuevas interrogantes. Ya que, fueron modificando actividades como la cacería, el control de la agricultura, la siembra y cría de pequeños rebaños.
Otro factor de estudio, fueron las enfermedades más comunes en estas poblaciones. Puesto que, transcurrieron durante determinados periodos. Se sabe que la retención de hierro en exceso por ejemplo, evidencia que ya había surgido con anticipación.
La enfermedad mortal que acabó con la cultura celta
Lo más recientes investigaciones genéticas, demuestran la particularidad entre el genoma de la edad de Bronce y las poblaciones actuales de Escoceses, Irlandeses y Galeses. Esta evidencia, se remonta aproximadamente a 4000 años atrás. Hoy día, esos estudios han confirmado como la hemocromatosis aniquiló a esta civilización. Esto se debe, a que trabajaban en plena era de hierro y sus organismos absorbieron grandes cantidades acumulándolas en los genes. Esto se transmitió de generación en generación. Y aunque cambiaron su estilo de vida a un consumo de cereales, no pudieron contrarrestarla.