En plena crisis del coronavirus deberíamos acordarnos más que nunca de la biodiversidad. El efecto dilución ayuda a que el virus no se contagie a otros gracias a un huésped intermediario no óptimo.

Más del 70% de las infecciones emergentes de los últimos 40 años han sido transmitidas de animales a humano, zoonosis. La conservación de la biodiversidad puede proteger a los seres humanos de las enfermedades infecciosas emergentes. La pérdida de hábitat have que los microbios causantes de enfermedades se diversifiquen, aumentando la probabilidad de brotes hacia humanos. Veamos con más detalle este efecto.

El efecto dilución en la biodiversidad

Hace ya unos años los científicos advertían sobre la importacia de la biodiversidad. Ella hace que haya menos transmisión de enfermedades, ya que la diversidad de especies que actúan como hésped limita la transmisión.

El efecto protector de la biodiversidad por dilución fue planteado por Keesing y colaboradores en 2006. Este efecto de amortiguamiento de la biodiversidad en el contagio de patógenos a humanos se demostró en los casos del virus del Nilo a finales de 1999.El efecto dilución en la biodiversidad

El efecto de la biodiversidad es doble: por una parte amortiguamiento y por otro el efecto dilución.

El efecto amortiguamiento ocurre cuando el virus llega a huéspedes intermedios con una diversidad genética muy marcada que les permite adaptarse y volverse resistentes al virus. Si son los propies seres vivos son quieres hacen la adpatación, los humanos tienen mayor tiempo de hacer frente al virus o ya no contagiarse de el. Si hay menos diversidad genética, la resistencia al virus es menor y por tanto es mayor exposición para los humanos.

El efecto dilución se da cuando un virus alcanza un huésped intermedio inadecuado que no permite al patógeno alcanzar unas concentraciones óptimas como lo haría en un huésped adecuado. Eso hace que su presencia o contagio disminuya,