Alrededor de 40 mil años atrás, Cantabria estaba llena de homosapiens. Y aunque el clima era suave por estar cerca del mar, las praderas de la cordillera la hacían lucir como un parque. Este paisaje lleno de renos y bisontes (e incluso mamuts), dio origen a las Cuevas de Altamira. Muchos piensan que solo es un sitio oscuro y despoblado. Sin embargo, en sus paredes hay una historia que contar.

¿Qué hay en las Cuevas de Altamira?

Altamira es para España lo que Lascaux es para Francia. El arte de ambas cuevas fue encontrado, accidentalmente por niños, aunque los de Altamira fueron encontrados 60 años antes que los de Lascaux. Las primeras reproducciones a tamaño real de las pinturas rupestres fueron del espectacular bisonte de la cueva de Altamira, hechas en 1964.

cuevas de altamira

Como se nos ha proporcionado una historia del arte esencialmente franco-céntrica, Lascaux tiende a tomar el protagonismo de Altamira. El arte rupestre de Altamira fue el primer arte rupestre paleolítico descubierto en Europa en tiempos modernos. Y fue este descubrimiento el que cambiaría radicalmente la forma en que la gente de la Edad de Piedra era percibida, aunque dos décadas más tarde. La historia de este descubrimiento es a la vez una delicia y una tragedia.

Importancia

El estilo de arte de estas cuevas es rupestre franco-cantábrico. El cual, se caracteriza por realismo pronunciado de las figuras. Los homosapiens utilizaron los contornos naturales de la cueva para hacer que sus animales parecieran súper-reales. Recordemos que son 270 metros de largo de pasajes tortuosos de 2 a 6 metros de altura, en los que hay más de 100 dibujos. A diferencia de otras cuevas del Paleolítico Superior, Altamira era un lugar donde había actividad humana doméstica.

Durante 12 años las cuevas de Altamira fueron accesibles sólo para investigadores y conservadores. Pero desde febrero de 2014, el público en general ha podido visitar la cueva original una vez más. Cada semana, cinco afortunados visitantes del Museo de Altamira son elegidos al azar, equipados con ropa especial y se les da un recorrido de 37 minutos.