Tal vez te han llamado alguna vez la atención los lunares de tu cuerpo. O quizás has hablado con alguien que te ha dicho que iba a quitarse uno. Es posible que hayas oído comentar su peligrosidad. O igual te ha llamado la atención su distribución por tu cuerpo. Pero, ¿sabes si tienen una función, o están ahí por casualidad?
La función de los lunares
Unos los consideran horribles, otros bonitos, atractivos e incluso morbosos. Sea cual sea tu caso, y te parezcan lo que te parezcan, ¿tienen su función en tu organismo? Lo vas a descubrir ya mismo.
Un lunar es un grupo de células pigmentadas que forman un todo. Pueden aparecer a lo largo y ancho del cuerpo humano hasta los 40 años, y suelen ‘nacer’ del orden de 10 a 50 en el cuerpo.
La formación del lunar se debe a la melanina, la sustancia encargada de delimitar la pigmentación de la piel, por lo que el número de estos grupos celulares en la piel dependerá de la cantidad de esta sustancia en el cuerpo de cada uno.
A día de hoy se han hecho gran número de estudios e investigaciones sobre el lunar. Sin embargo, todos han concluido de una forma muy similar, no sirve para nada. Es decir, que estas formaciones han terminado por definirse como una especie de verruga inservible.
El lunar puede ser peligroso
Sin embargo, sí que podemos establecer que, pese a su inutilidad, el lunar puede ser peligroso. De hecho, podría suponer un grave perjuicio para la salud, de ahí que haya que tener mucho cuidado y asistir a revisiones periódicas, especialmente si el número de ellos es muy elevado.
Así que, si observas que en tu cuerpo alguna de estas formaciones cambia de aspecto, es importante que acudas rápidamente al médico. Además, también puede darse la situación de que aumente de tamaño, o incluso que esa zona de tu piel se endurezca. Si sufres alguno de estos síntomas, aunque no te duela y no sean perceptibles físicamente, es importante acudir al especialista.
Tras una biopsia, el profesional detectará si el lunar ha pasado a transformarse en un melanoma. Si es así, necesitarás tratamiento. Recuerda que muchos de estos problemas se producen por la exposición excesiva al sol y su radiación.
Algunos lunares han llegado a medir hasta 20 centímetros de longitud. Esto conlleva un grave problema de salud. De hecho, también existen los que se forman en el interior del cuerpo humano, que pueden degenerar incluso en cáncer de piel, así que no te tomes a broma esta formación celular cutánea.
Ya conocemos un poco mejor los lunares. Esperamos que esta información no provoque que ya no te parezcan atractivos. Todo, en su justa medida, no tiene por qué ser negativo.