Nace en España. Fue poeta y dramaturgo. Perteneció a la Generación del 27. Estudia con los jesuitas, se dedica a la pintura, disciplina que aunque se ve opacada por su vocación literaria, juego un importante papel en su obra y a la cual dedica el libro de poemas  A la pintura en 1948. Con Marinero en tierra obtiene el Premio Nacional de Poesía en 1925. En el año 1931 se afilia al partido comunista Español, exiliado luego de la guerra civil Española, vive en Paris, Moscú, Argentina y Roma. A continuación, las mejores frases de Rafael Alberti.

Breve biografía

En 1977 regresa a su país cuando es elegido diputado del Partido Comunista por la ciudad de Cádiz. Su obra incluye la Amante en 1925, Sobre los Ángeles en 1928, Sermones y moradas en 1930, yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos en 1931.

Entre el clavel y la espada en 1941, los ocho nombres de Picasso en 1970, Canciones del alto valle de Amiene en 1972, ciento un sonetos en 1980, y versos sueltos de cada día en 1982, Premio Cervantes en 1983. Entre sus obras de teatro se destacan Fermín Galán, El Hombre Deshabitado y El adefesio. La arboleda perdida en 1942 y memoria, entre otros son autobiografías.

frases de Rafael Alberti

Frases de Rafael Alberti

Citas celebres de frases de Rafael Alberti, uno de los mejores representantes de la Generación del 27.

  1. Las palabras abren puertas sobre el mar.
  2. Me marché con el puño cerrado… vuelvo con la mano abierta.
  3. La libertad no la tienen los que no tienen su sed.
  4. La vida es como un limón, que te tiren a la mar exprimido y seco.
  5. A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.
  6. Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejada en la ribera.
  7.  La ciudad es como una casa grande.
  8. Fue la más bella edad del corazón.
  9. Han pasado los años por mí, sus duras olas han mordido la piedra de mi vida.
  10. Nunca escribió su sombra la figura de un hombre.
  11. Deje mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida.
  12. Vestido como en el mundo, ya no se me ven las alas.