Todos alguna vez hemos oído hablar sobre la sucesión de Fibonacci. Una ecuación que dicen ser capaz de explicar el universo solo con matemáticas. Y es que de tantas ecuaciones existentes, no existe una tan interesante, asombrosa, famosa o importante como la sucesión de Fibonacci.
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¿Qué es la sucesión de Fibonacci?
En 1202 DC, Leonardo de Pisa, también conocido como Fibonacci escribió en su libro “Liber Abaci” una secuencia numérica simple, pero que es la base de la relación matemática detrás del número griego “phi”.
La sucesión de Fibonacci
La sucesión de Fibonnaci, a veces también llamada secuencia de Fibonacci o conocida como la serie de Fibonacci (lo cual es un error), es una sucesión matemática que tiende la infinito.
Esta sucesión consta de una serie de números naturales que se van sumando en pares y que empieza de 0 y 1. En otras palabras, la sucesión de Fibonnaci se lleva a cabo sumando los últimos 2 números. Veamos un ejemplo para aclarar un poco las dudas:
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144…. = 0, 1, (0+1), (1+1) , (1+2) , (2+3) , (3+5) , (5+8) , (8+13) , (13+21) , (21+34) , (34+55) , (55+89)..
¿Muy sencillo cierto? Y de esta manera, la sucesión tiende al infinito.
¿De qué sirve la sucesión de Fibonacci?
Esta sucesión como mencionamos al principio, está presente en la naturaleza y todo el universo. Además, tiene aplicaciones en el campo de las matemáticas, juegos y computación, así como en varios elementos biológicos.
Un ejemplo más claro de esto es la manera en la que se disponen las semillas de las flores, ramas de los árboles o incluso las hojas de un tallo. Pero también hay ejemplos más complejos, como las galaxias o incluso los huracanes, donde se puede obtener la espiral de Fibonacci.
¿Qué es la espiral de Fibonacci?
Esta es una serie de cuartos de círculos que se conectan y que pueden dibujarse dentro de una serie de cuadros que son regulados por la serie de Fibonacci. A su vez, los cuadros encajan perfectamente debido a la naturaleza de la sucesión, donde cualquier cifra es el resultado de la suma de las dos anteriores. Entonces, el rectángulo o espiral obtenido es llamado rectángulo de oro o espiral dorada.
Cada número resultado de la sucesión de Fibonacci se aproxima más a la proporción áurea o número de oro. Y mientras mayor es el par de números de Fibonacci, más cerca estará de la proporción dorada.