Joseph Merrick o también conocido como el Hombre Elefante, nació el 5 de agosto de 1862 en Leicester, Inglaterra y falleció el 11 de abril de 1890 en Londres. Merrick, era una persona desfigurada que tomó su condición para hacer una vida profesional en el espectáculo de rarezas humanas. Sin embargo, más tarde se volvió loco y fue internado en el Hospital de Londres desde 1886 hasta su muerte.

La vida del Hombre Elefante

Merrick fue aparentemente normal hasta alcanzar la edad de 5 años. Luego, empezó a mostrar signos de un raro trastorno que causaba crecimientos anormales en su piel y huesos. El tamaño de la cabeza aumentó a casi 1 metro de circunferencia. Su deformación era tal, que con la piel esponjosa que colgaba detrás de su cabeza y a través de su cara y la anomalía en sus mandíbulas le hacían incapaz de mostrar expresiones faciales o hablar claramente.

A pesar de que su brazo izquierdo era normal, su brazo derecho tenía una muñeca de 30 centímetros de circunferencia y una mano en forma de aleta. Sus piernas estaban deformadas del a misma forma que su brazo. Y, su cadera estaba tan deformada que Merrick solo podía caminar con bastón.

Síndrome de Proteus

El trastorno que se pensaba que Merrick sufrió por tanto tiempo, fue un caso extremadamente grave de neurofibromatosis. Sin embargo, sus deformidades probablemente fueron el resultado de una enfermedad muy rara conocida como Síndrome de Proteus.

Hombre Elefante

Joseph Merrick, el Hombre Elefante.

Esta es una enfermedad congénita que causa un crecimiento excesivo de piel, así como el desarrollo anormal de los huesos y algunos tumores en la mitad superior del cuerpo.

Carrera profesional

Merrick fue confinado en un asilo de ancianos a los 17 años. Sin embargo, cuatro años después escapó del asilo para unirse a un espectáculo de rarezas en 1883.

Durante su exhibición, fue descubierto por el médico londinense Frederick Treves quien lo ingresó en el hospital de Londres.

Hombre Elefante

Frederick Treves

Muerte del hombre elefante

Merrick permaneció en el Hospital de Londres hasta los 27 años, donde fue descubierto muerto acostado boca arriba en su cama. Debido al tamaño de su cabeza, toda su vida durmió sentado, con la cabeza apoyada sobre sus rodillas.

En un principio, se creyó que había muerto de asfixia ya que su cabeza aplastaba la tráquea. Pero, un siglo después se pudo verificar que murió debido a una médula espinal aplastada o cortada después que su cabeza cayera hacia atrás por la posición de la cama.