La sed es un impulso del cuerpo que indica la necesidad de hidratarnos. Cuando tenemos sed el primer deseo obtenido es el de beber agua. A pesar de que nuestro cuerpo está compuesto en gran medida por H2o y que la saliva es uno de esos compuestos líquidos que ayudan a que dicha estadística exista. Hay un motivo por el que podemos asegurar que la saliva no quita la sed. Más allá de poder ser perfectamente tragada por nosotros, su función no es la de suplir el agua en nuestro organismo, por ejemplo. ¿Por qué la saliva no quita la sed? Continúa leyendo este artículo donde lo explicamos.
Motivo por el que la saliva no quita la sed
La razón es muy simple y fácil de explicar. La respuesta se halla en la misma composición de las partículas que conforman el fluido de la boca. Si bien es cierto que el 98% de la saliva es H2O o agua, es el otro 2% lo que hace que el líquido no sea viable para quitar la sed.
El 2% mencionado está conformado por enzimas y proteínas que ocasionan que el espesor de saliva sea mucho mayor al del agua o de cualquier otro líquido con la capacidad de quitarnos la sed.
Cuando una persona ingiere un líquido de alta densidad la tendencia es a la deshidratación. La saliva incluye en su composición varios elementos de características no solubles.
La deshidratación es ocasionada por la osmosis del cuerpo donde el agua se atrae hacia los compuestos de mayor densidad.
Líquido en nuestro cuerpo
Dentro de nuestro organismo es común que el líquido sea de una densidad menor al de la saliva. Las gotas para los ojos o soluciones salinas podrían compararse más a la composición de nuestro interior. Si bebiéramos este tipo de sustancia no solo calmaríamos la sed, sino que en su defecto estaríamos hidratando nuestro cuerpo.
Cuando por el contrario es un líquido de mayor densidad al que tenemos en el interior la deshidratación es inevitable. En el caso de tener sed, la saliva de nuestra boca estará aún más densa que en otro momento. Si se intentará beber la saliva en un estado de deshidratación para calmar la sed lo más probable es que solo se consiga el efecto adverso.
La sustancia por excelencia a tener en cuenta a la hora de hidratarse es el agua. Las bebidas deportivas que incluyen electrolitos también pueden ser una buena opción para quien sufra deshidratación. sobre todo, si es algo severa como en los casos de extremo esfuerzo físico, o un estado clínico poco saludable en que se recomienda buscar asistencia médica inmediata para solventar la situación.