El olfato es un sentido muy preciso y directo. Para que seas capaz de oler algo, las moléculas de lo que hueles deben llegar a la nariz. Es decir, todo lo que eres capaz de oler puede emitir moléculas, bien sea perfume, pan, frutas, cebollas, lo que sea.
Estas moléculas por lo general son químicos ligeros y volátiles (que son fáciles de evaporar), capaces de flotar hasta tu nariz en el aire. Por otro lado, una pieza de acero no puede tener olor, ya que nada se evapora de ahí, es un sólido no volátil.
Funcionamiento del olfato
En la parte superior de las fosas nasales, detrás del a nariz hay un parche de neuronas especiales del tamaño de una estampilla. Este tejido se llama epitelio olfativo y tienen proteínas receptoras que se unen a las moléculas de olor.
Imagina unas cerraduras y las claves para abrirlas son el olor que pasa cerca de ellas. Por lo que estas neuronas son únicas y están al aire libre donde pueden entrar en contacto con el aire.
Las neuronas tienen terminaciones llamadas cilios, que incrementan su área de superficie. Una molécula de olor se une a los cilios para activar la neurona. De esta forma, eres capaz de percibir el olor.
En total tenemos aproximadamente 450 tipos distintos de receptores olfativos. Mientras que los perros por ejemplo tienen el doble. Cada receptor es activado por muchas moléculas diferentes, y cada molécula puede activar distintos tipos de receptores.
El olor en el cerebro
El código neural empieza en las neuronas sensoriales de la nariz. Una vez que la molécula de olor se une al receptor, una señal eléctrica viaja desde las neuronas al bulbo olfativo. Esta es una estructura base en el cerebro anterior y que transmite las señales a otras áreas del cerebro.
Una de las áreas es la corteza piriforme, que está ubicada detrás del bulbo olfatorio y permite identificar el olor. Esta información viaja al tálamo, que es una estación de relevo para la información sensorial que va al cerebro.
Luego, el tálamo transmite la información de olores a la corteza orbitofrontal, donde ingresa como información del gusto. De manera que muchas veces lo que creemos que es sentido del gusto, en realidad es el resultado de este proceso señorial.
¿Cuántos olores puede detectar nuestro olfato?
Los seres humanos podemos detectar hasta 10 mil olores diferentes. Por supuesto, cada uno de ellos a través de neuronas especializadas en los receptores olfativos de la nariz.
Se cree que hay cientos de receptores olfativos distintos. Cada uno tiene una diferente codificación por cada gen, y puede reconocer distintos olores. Por otro lado, si un gen no está o está dañado, es posible que no detectes un olor en particular. Por ejemplo, algunas personas no pueden oler el alcanfor.
Cuando hueles flores o frutas, hueles moléculas que se han evaporado de la flor o la fr