Algunos eventos y fenómenos naturales, son devastadores para humanidad. Sobre todo, los que tienen que ver con huracanes, tsunamis o terremotos. Sin embargo, hay uno muy especial del que te hablaremos a continuación. La ciclogénesis es básicamente una creación o génesis de un ciclón. Los ciclones en términos genéricos, hacen referencia a huracanes, tifones y bajas polares. Se definen como sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio Norte y con un giro a favor en el hemisferio Sur. El fenómeno de la ciclogénesis explosiva se denomina así, debido a la rapidez en la que se produce. Es decir, cuando se hace la borrasca muy fuerte en poco tiempo.
¿Por qué se produce este fenómeno?
La ciclogénesis explosiva, se produce cuando hay un choque de un frente muy cálido, con un frente muy frío en un espacio de tiempo muy corto. Esto es lo que ocasiona una bajada fuerte de presión. Desde un punto de vista genérico se cataloga así, si en 24 horas o menos se produce un descenso en la presión de 24 milibares o más.
Este valor puede variar dependiendo de la latitud en que se mida, ya que este fenómeno se relaciona directamente con factores como la rotación terrestre. Lo habitual es que se produzcan en latitudes medias-altas, y en zonas oceánicas abiertas. En el caso de la borrasca Petra generada sobre la Península Ibérica en abril del año 2012, donde se registraron vientos de hasta 100k/h.
La ultima ciclogénesis explosiva en España
A pesar de que su presencia suele ser bastante inusual y se presenta de manera muy esporádica, siempre deja huellas devastadoras por donde pasa. En Francia en el año 2010, más de 50 personas perdieron la vida debido a una ciclogénesis explosiva catalogada de primer nivel.
Mientras que en España específicamente en Galicia en el año 2013, la ciclogénesis explosiva conocida como Gong causó grandes destrozos. Como inundaciones, desbordamiento de ríos, desprendimiento de tierras, caídas de árboles, etc. Todo esto acompañado de ráfagas de viento muy fuertes que llegaron a alcanzar velocidades de 143K/H.