Es común estar en clases o en una sala de reuniones escuchando un aburrido informe y bostezar. Simplemente llega esta necesidad de forma completamente abrumadora, intentas evitar que pase, lo quieres contener, pero no es posible. Pero no solo eso, los demás también empiezan a bostezar, uno tras otro y todos nos relacionamos con esto. Hay muchas curiosidades sobre este reflejo y si bien el esto puede ser contagioso, existen muchos mitos sobre el bostezo, pero aquí te contaremos todo lo que debes saber.
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Un mito sobre el bostezo muy popular
Por mucho tiempo se ha propagado el mito de que estamos cansados y el cerebro necesita más oxígeno. Pero entonces hay demasiada gente y no debe haber suficiente oxígeno para todos en el salón. Luego alguien bosteza y respira el oxígeno limitado en el salón, como reflejo es bostezar para inhalar más oxígeno.
Pero no, no bostezamos porque en verdad necesitemos más oxígeno. De hecho, los científicos descubrieron que respirar más oxígeno no reduce el bostezo. Lo que descarta muchos mitos sobre el bostezo y demuestra que algo más te hace bostezar.
Algo en nuestro cerebro se activa al ver a otros bostezar
Aun no se sabe con exactitud por qué bostezamos, los científicos y psicólogos tienen varias teorías para explicar el bostezo contagioso. Algunas de ellas son las siguientes:
1) Es un reflejo al ver que otros bostezan
La neurociencia sugiere que el contagio del bostezo puede ser una especie de patrón de acción fijo. Al ver a la primera persona bostezar, nuestro cuerpo se comporta de forma similar. Es como un reflejo, por lo que no podemos evitar abrir la boca. Esto es causado por una actividad inconsciente de nuestras células cerebrales llamada efecto camaleón. Y lo que hace que nuestro cerebro nos haga lo que vemos que los demás hacen.
Esto explica por qué no podemos controlarlo. Si alguien bosteza, incluso si no estamos cansados, de repente tenemos la necesidad de bostezar. Pero la verdad es que es nuestro cerebro que nos dice que alguien acaba de bostezar.
2) Puede ser una forma subconsciente de comunicarse entre sí
Los psicólogos creen que el bostezo contagioso puede ser el resultado de un efecto llamado “contagio emocional”. Esto sugiere que bostezar es un instinto primario que nos une como comunidad. Un experimento también encontró evidencia de que el bostezo contagioso puede ser un signo de empatía.
También es posible que sea un tipo de comportamiento de pastoreo. Cuando bostezamos, comunicamos que tenemos sueño, y otros no pueden evitar hacerlo para decir que están de acuerdo.
No hay conclusión sobre el bostezo contagioso
Las teorías anteriores no son más que sugerencias. Los científicos no han podido llegar a una conclusión real acerca del bostezo contagioso. Por ejemplo, aun no es posible explicar por qué no sucede cada vez que alguien bosteza, o porque algunos bostezan y otros no responden al contagio. Para llegar a una conclusión, es necesaria más investigación.