Este principio se le atribuye al fraile franciscano inglés del siglo XIV Guillermo de Ockham
Es utilizado con los científicos que desean desarrollar modelos teóricos.
Su uso ha sido fundamental para el reduccionismo metodológico.
Básicamente, esta teoría establece que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad.
La navaja de Ockham ha tenido un gran desenvolvimiento en cuanto a la ciencia.
Por esta razón, es importante aplicarla en nuestras vidas.
¿Qué es?
La navaja de Ockham es un principio metodológico y filosófico creado por el fraile franciscano y lógico escolástico Guillermo de Ockham.
Esta teoría establece que la explicación más simple es la de mayor probabilidad, pero no necesariamente debe ser la verdadera.
Existen ocasiones donde la respuesta de mayor complejidad suele ser la correcta.
Índice
¿Cuándo debe ser aplicada?
La teoría de Ockham suele aplicarse a casos específicos pero sobre todo prácticos.
Para ello, es necesario englobarse en los principios fundamentales de la escuela nomalista con respecto a la filosofía, la cual opera sobre casos empíricos.
¿Cuáles ciencias utilizan este principio?
La Navaja de Ockham suele utilizarse en la mayoría de las ciencias como por ejemplo la música, medicina, lingüística, estadística, biología, teología, entre otras.
Usos incorrectos de la Navaja de Ockham
Muchas personas utilizan esta teoría cuando quieren comprobar una hipótesis o desarrollar otra nueva.
Con el paso del tiempo, expertos han determinado que lo más simple no siempre tiene que ser lo correcto.
Determinaremos si un problema es sencillo de resolver o no dependiendo de la subjetividad.
Creacionistas defienden esta teoría
Los defensores del creacionismo siempre defenderán esta teoría, con la cual explican que el Dios ha creado el mundo.
Afirmar que la creación del mundo se debe a la teoría del Big Bang, resulta considerablemente complicado cuando se ha asegurado la existencia de pruebas avocadas a la invención de un ser superior.
Sin embargo, algunos de estos creyentes desaprueban la Navaja de Okcham alegando que no es necesaria, ya que todo debe ser cuestión de fe y no de evidencias.
En múltiples ocasiones, la mencionada teoría ha sido utilizada en contra de conspiracionistas que creen en la teoría más complicada y no en la más simple como debería ser.
La importancia de este principio radica en que nos hace ver la simplicidad de las cosas.
Enseñándonos que la vida puede ser más sencilla en la medida en que así lo veamos.