Con motivo de conocer un poco más sobre el reciclaje vamos a explicar la diferencia entre basura orgánica e inorgánica. Y es que aunque la basura es basura no toda debe ser tratada igual.
En la actualidad ya estamos habituados a ver diferentes tipos de contendores de reciclaje para diferentes materiales: cartón, vídreo, plástico, aceite, y desde hace un tiempo el orgánico. ¿Pero sabes realmente qué basura debes tirar en ellos? Vamos a profundizar un poco más sobre el tema.
Diferencias entre basura orgánica e inorgánica
Tanto la basura orgánica como la inorgánica tienen impactos positivos y negativos en el medio ambiente del que dependen los seres humanos. Sin embargo, algunos impactos de la basura inorgánica pueden ser más perjudiciales que otros porque pueden liberar más partículas dañinas al aire que pueden causar más daño a nuestro planeta y a nuestra salud.
Los restos o basura orgánica se ha considerado buena fuente de compostaje mientras que lo inorgánico puede provocar intoxicación y otros problemas de salud debido a los contaminantes que contienen. Es decir, los residuos orgánicos son biodegradables y pueden descomponerse para elaborar abonos o compost para jardines y plantaciones.
Los restos orgánicos más habituales son:
- Restos alimenticios como cáscaras de huevo, frutas, semillas, aceite, huesos, alimentos en mal estado, vegetales…
- Papel y cartón, servilletas, toallitas de papel.
- Restos de jardinería de la poda de plantas, como hojas o ramas.
- Desechos corporales de animales como pelo o uñas
- Prendas elaboradas a base de pieles.
- Restos de animales muertos.
La basura inorgánica proviene de actividades humanas como las operaciones mineras, el petróleo o los trabajos de construcción.
Cuando la materia orgánica se descompone en los vertederos, puede liberar gas metano que contribuye al calentamiento global. Por ello, es necesario tratar la basura orgánica para lograr aprovechar este deshecho.
Se debe tener en cuenta que mucha basura puede ser reciclada.