El ser humano tiene sus necesidades básicas, como ir al baño para defecar y bañarnos de vez en cuando. Algunos sienten pereza por hacerlo, pero de no hacerlo tendríamos consecuencias de salud negativas. Así mismo, los animales se bañan, se limpian la boca incluso se peinan y se sacan los piojos, caso los monos.Una de las necesidades más complejas del ser humano es el uso de antitranspirantes o desodorantes. Estos se usan para inhibir los malos olores que expulsamos por cualquier parte de nuestro cuerpo. Donde generalmente usamos estos productos es en las axilas y los pies. Estos funcionan de manera química, y en el día de hoy te lo contaremos todo sobre su funcionamiento.
Desodorantes o antitranspirantes en la lucha contra el mal olor
El uso de este producto es casi que obligatorio, sobre todo cuando pasamos de la etapa de la niñez a la adolescencia. Con la presencia de bello o pelo, en algunas zonas cubiertas del cuerpo. La combinación del sudor y de estos bellos, crean un olor, que hasta para nosotros mismos es insoportable.
¿Cómo funcionan?
Primero hay que aclarar que el desodorante y el antitranspirantes no es lo mismo. El primero elimina a las bacterias que promueven el mal olor. Es decir, nos deja sudar, pero no con malos olores. El segundo producto respectivamente evita el exceso de sudor. Como cuando usamos una camisa y tenemos un charco bajo las axilas. Además neutraliza a las bacterias que nazcan en ese lago, por llamarlo así.
En las axilas tenemos un poco más de 50.000 glándulas para sudar. Unas son de tipo apocrinas, las cuales expulsan el sudor oloroso. Estas se combinan con las bacterias de la piel y se pudren causando mal olor. Cuando se aplica el desodorante hace que la piel quede salada o acida. Evitando que las bacterias vivan. Mientras que el antitranspirantes contiene sales de aluminio, que cubren las glándulas de las axilas. Esto evita que el sudor pase por ellas, inhibiendo el líquido donde se puedan proliferar las bacterias.