Los volcanes son unas de las características más fascinantes de la Tierra, pero también de los más peligrosos y hermosos que hay. Son capaces de liberar una cantidad de energía que puede destruir todo lo que exista a su alrededor. Y las cenizas y el humo que expulsa, es capaz de alcanzar miles de metros de altura. En esta ocasión, aprenderemos sobre cómo se forman los volcanes, uno de los más bellos fenómenos de la naturaleza.
¿Qué son y cómo se forman los volcanes?
Un volcán es una ruptura geológica en la corteza terrestre que se desencadena por fuerzas naturales, como la temperatura del interior de la Tierra y la presión. Estas fuerzas naturales, conducen líquido y gases calientes, mejor conocido como magma a través del orificio del volcán, este proceso se conoce como ventilación. Una vez que salen del respiradero, estos materiales se descomponen, endurecen y condensan alrededor del respiradero del volcán.
Durante millones de años, la acumulación de magma va formando conos pronunciados conocidos como volcanes. Los volcanes han estado haciendo erupción de material fundido después de la formación de la tierra debido a la presión acumulada dentro del planeta. Los volcanes también han contribuido a la creación y configuración de varios paisajes en el planeta.
Formación de los volcanes
La corteza terrestre está formada por enormes secciones de roca conocidas como placas tectónicas. Estas placas se pueden comparar con las piezas de un rompecabezas que se mueven constantemente una contra la otra. A menudo, los volcanes se forman en las áreas donde las placas tectónicas hacen contacto. La fricción creada entre dos placas por el movimiento constante derrite la certeza de la Tierra, lo que hace que la roca debajo de la corteza se convierta en magma debido a la alta temperatura creada por la fricción.
La roca caliente o magma, se encuentra fundido y crea una gran presión, que con el tiempo se abre camino a través de las fracturas en las placas. Una vez que el magma alcanza la superficie de la Tierra, se le llama lava. Cerca de 1500 volcanes en el mundo se consideran activos, y el 90% están ubicados en el Anillo de Fuego, que es un anillo de volcanes oceánicos en el Océano Pacífico.
La mayoría de los límites divergentes de las placas se encuentran en el fondo de los océanos. Es por este motivo que la mayoría de la actividad volcánica se da en los océanos.
Los volcanes pueden formarse en zonas de subducción. Esta zona es un lugar donde dos placas (una placa oceánica y una continental) colisionan. En estas zonas, una placa oceánica se sumerge debajo de una continental, la fricción crea magma y cuando el magma alcanza la superficie se forma un volcán. Un ejemplo de este tipo de volcán es el Monte Etna ubicado en la costa este de Italia.