Desde los inicios de la humanidad, el fuego ha constituido parte fundamental en la sobrevivencia de la especie humana. Producto de una reacción química entre varios elementos como lo es el comburente, el combustible, la temperatura. Todo esto se conjuga, para generar ante las condiciones necesarias el fuego. La ausencia de alguno de estos elementos, simplemente evita cualquier posibilidad de su existencia. Sin embargo, algunos científicos se preguntan si realmente existe la combustión espontánea. Sigue leyendo, y entérate sobre las características de este fenómeno químico.

La combustión espontánea

¿Cómo se origina el fuego?

El fuego se origina, como resultado de un proceso de combustión. Sucede como producto de una reacción química de la oxidación de un combustible, que posea la intensidad y capacidad de generar luz, calor y llamas suficientes. Esto es posible, con la presencia de elevadas temperaturas que sean capaces de mantenerse con un valor suficiente para mantener la combustión. Esta temperatura se verá influenciada desde el punto de vista del tipo y naturaleza de los combustibles.

Existe la combustión espontánea

De igual modo, el estado físico de los mismos otorgan las condiciones necesarias para que la combustión sea sólida, líquida y gaseosa. En estos últimos, la reacción ocurre en toda su masa y volumen llegando a ser muy explosivos. Los sólidos se comportan reaccionando en toda su superficie, y en el transcurso del tiempo el fuego va consumiendo su núcleo. En el caso de los líquidos, se generan vapores producto del calor lo que permite alimentar las llamas.

¿Es posible la combustión espontánea?

La química de las sustancias, elementos y reacciones ha demostrado que es posible que se origine una combustión espontánea. Sobre todo, con la intervención de un factor conocido como calentamiento espontáneo. Este calor llevado hasta la temperatura de ignición de cualquier material, puede generar tal combustión. Es muy común, en los materiales con capacidad de combinarse al oxígeno. Puesto que, se oxidan a una temperatura conocida como temperatura critica que permite la generación de calor.

Existen combustibles donde esta condición no es sine quanom. Al contrario, sus reacciones pueden generarse a una temperatura normal con una oxidación donde el calor producido por esta reacción no puede ser disipado con la misma velocidad. Generando consigo, una combustión espontánea. Un ejemplo de ella, es el polvo de circonio.

La combustión espontánea, es común en determinados productos agrícolas tales como cereales. Ya que, es generada por el precalentamiento producto de bacterias que aumentan de manera considerable la temperatura de estos alimentos. Convirtiéndolos en una potencial fuente de ignición. De igual modo ocurre con la humedad de algunos productos agrícolas. En donde se produce durante su almacenaje, un aumento del calor espontáneo con el que se puede alcanzar el punto de inicio de una combustión.