¿Algunas veces has pensado en comer insectos? Seguramente no y con toda razón, son totalmente repugnantes. Esta aversión es muy difícil de superar, ya que hasta los insectos que están en los gabinetes de la cocina también nos repugna. Sin embargo, existen personas que intentan poner de moda una dieta en base a insectos. ¿Sería algo beneficioso o perjudicial? Aquí te diremos algunas advertencias sobre comer bichos.

Advertencias sobre comer insectos

El 80% de la población mundial no tiene en mente consumir insectos alguna vez. Sin embargo, los habitantes de África y la mayor parte de Asia, han incluido los insectos como un alimento básico en su dieta por generaciones.

Sin embargo, se sabe mucho acerca de los insectos como alimento, su valor nutricional y cómo criarlos. Pero, ¿es realmente seguro comer insectos una vez superado el asco hacia ellos? Aquí te diremos algunas advertencias de lo bueno y lo malo de esta práctica.

Lo malo de comer insectos

Si tienes intenciones de cambiar tu dieta y comenzar a comer bichos, deberías tomar en consideración varias cosas antes. Una dieta a base de grillos, saltamontes y hormigas no es totalmente sana, y aquí te decimos por qué:

1) Las bacterias

Hay que ser honestos, hay una buena razón por la cual hemos mantenido a los insectos lejos de la comida en lugar de comerlos. Ya que los insectos se alimentan de materia en descomposición, como desechos de humanos o cadáveres de animales, que están llenos de bacterias. Esto es un peligro relacionado con los insectos salvajes capturados.

También hay una posibilidad de que una pequeña cantidad de fauna microbiana y bacterias portadoras de esporas lleguen a los insectos cultivados para alimentación. De manera que deben ser insectos criados en un ambiente limpio, algo que no ocurre mucho en Asia. Pero no solo eso, también se ha encontrado que los insectos pueden portar parásitos que son dañinos, algunas veces mortales.

comer insectos

Los insectos son portadores de bacterias por naturaleza, incluso cultivados se corre el riesgo de que se infecten.

2) Pesticidas

Hay muy poca investigación acerca del uso de pesticidas en la cría de insectos. Pero un estudio encontró niveles bajos de algunos productos químicos nocivos, no mayores a los que se encontrarían en la mayoría de alimentos de origen animal. El problema está en que el uso de pesticidas en la producción de insectos comestibles no está regulado. Por lo que comer insectos tiene un pequeño riesgo.

Este riesgo es mayor si los insectos son cosechados en la naturaleza y no criados en un granjero de insectos. Ya que utilizar insectos muertos como alimento luego de desinfectar áreas agrícolas mediante uso de pesticidas, puede conllevar graves problemas de salud.

3) Los alérgenos

Si bien en algunas partes del mundo se han comido insectos por generaciones, no se sabe mucho sobre cómo pueden afectar nuestro organismo. Sabemos que las alergias alimentarias se convierten en un problema más común, si bien hay alimentos que son muy benignos, pueden llegar a desencadenar reacciones alérgicas.

Un estudio encontró que los insectos tienen una buena capacidad de desencadenar reacciones alérgicas, similar a la de los crustáceos. Esto tiene sentido, ya que los insectos y crustáceos son clasificados como artrópodos. Es decir, cuentan con un exoesqueleto y cuerpos segmentados. Así que si eres alérgico a los mariscos, mejor evita los grillos o saltamontes asados.

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Los insectos al igual que los crustáceos son artrópodos, por lo que tienen la capacidad de desencadenar reacciones alérgicas.

4) Las toxinas

¿Sabes en que se diferencia un hongo de una seta venenosa? Visualmente son parecidos, pero uno es una fuente de alimentos saludables y el otro es venenoso. Lo mismo ocurre con los insectos, de manera que es necesario tener ciertos conocimientos para saber cuáles se pueden consumir y cuáles te pueden matar.

Por ejemplo, las abejas y algunos tipos de hormigas tienen toxinas dentro de ellas para alejar a los depredadores. Esas toxinas pueden ser muy peligrosas si las consumes. También hay algunos escarabajos que tienen un esteroide metabólico que puede provocar infertilidad, retraso del crecimiento o la masculinización de las mujeres si se consume muy seguido.

5) Antinutrientes

Los antinutrientes son sustancias que interfieren con la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar proteínas. Esto puede comprometer el valor nutricional de los alimentos, en especial los que son hechos a base de plantas. Algunos antinutrientes conocidos son los taninos, el ácido fítico y las lectinas.

Se sabe que el exoesqueleto de un insecto tiene mínimas cantidades de antinutrientes. Pero son niveles relativamente bajos en comparación con los que se pueden encontrar en alimentos de origen vegetal. De manera que comer insectos puede reducir nuestra capacidad de absorber la proteína del mismo insecto, pero también trae algunos beneficios para la salud.

6) Lo feo

La mayoría de las culturas les tenemos aversión a los insectos. De hecho, nos repugna totalmente si vemos una mosca arrastrándose sobre un pedazo de carne o si vemos gusanos de harina en nuestro contenedor de harina. Pero en otros países, como Ghana es común comer insectos, como termitas asadas. Mientras que en el suroeste de Brasil, las hormigas reinan son consideradas un manjar.

Por otro lado, en Europa y América del Norte se evita por completo comer insectos. Pero a pesar de los esfuerzos, muchas veces estamos comiendo insectos sin saberlo. Ya que en el manual de niveles de defectos de la FDA establece que hay “defectos naturales e inevitables” en los alimentos que pueden permitirse sin ser una amenaza para los humanos.

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A la cultura occidental y europea en general nos repugnan los insectos, mucho más comerlos. Por lo que es difícil que la generación actual cambie su dieta en base a carnes por insectos.

Lo bueno de comer bichos

Bien, ya sabemos lo malo de comer insectos, ¿pero hay algún beneficio de hacerlo? Pues sí, por muy asqueroso que sea comer bichos, hay algunos beneficios para nuestro cuerpo y para el mundo, como por ejemplo:

1) Son una buena fuente de nutrientes

Comer insectos podría ser muy bien para ti, ya que el contenido de proteína de un insecto es de 20-76% de la materia seca, dependiendo del tipo se insecto y la etapa de desarrollo. Por ejemplo, una porción de 3.5 onzas de saltamontes, por lo general contiene entre 14 a 28 gramos de proteína.

2) No produce emisión de gases de efecto invernadero

Criar ganado conlleva a producir gas metano, un contribuyente muy importante al calentamiento global. Pero criar insectos produce entre 10 y 80 veces menos gas metano que criar ganado, y 8 a 12 veces menos amoníaco.

3) Comer insectos puede ayudar a asegurar alimentos para las siguientes generaciones

La población está en constante expansión, de hecho, se estima que en el 2055 la población mundial alcanzará los 10 mil millones. Alimentar a tantas personas es un verdadero desafío, incluso ahora, ya que al menos una de cada 7 personas en el mundo tiene hambre. Y una mala nutrición causa casi la mitad de las muertes en todo el mundo de en niños menores de cinco años.

Cultivar y comer insectos puede ser una esperanza para ese pronóstico tan sombrío. Ya que requiere poco uso de tierra y agua, y proporciona los nutrientes necesarios para la vida.