Las estrellas se comportan en relativo equilibrio. Sin embargo, no todo es realmente lo que parece. En la superficie de estos astros, ocurren diversas inestabilidades que debido a su gran tamaño e inmensa cantidad de energía tienden a ser liberadas de manera explosiva. Nuestro Sol no escapa a esta realidad. Al contrario, siempre se mantiene de manera activa con la liberación de energía en forma de tormentas solares que muchas veces alcanza nuestro planeta. Hoy día, la era tecnológica y electrónica sufre las consecuencias de este fenómeno. Por ese motivo, es importante estudiar qué son las tormentas solares.
Índice
¿De qué se componen las tormentas solares?
El Sol, se mantiene en una constate actividad. Emitiendo de manera permanente, un inmenso flujo de partículas cargadas energéticamente que tienden a originar un campo magnético.
Están compuestas de plasma, que se forma en la superficie del Sol y son expulsadas a la atmosfera. Teniendo el alcance suficiente, hacia la distancia de nuestro planeta.
Generando una interacción muy directa, con el campo magnético terrestre.
Este campo magnético alrededor de nuestro planeta, se comporta como un escudo protector a la enorme cantidad de energía que se genera en el Sol.
Dicho fenómeno, puede ser percibido a simple vista a través de las auroras boreales.
Estas, se visualizan como nubes de colores brillantes que cambian con el choque de estas partículas cargadas de energía con nuestra atmósfera. Son muy comunes en el ártico y sectores de la Antártida.
Afectación de las tormentas solares en la tierra
Entre las capas que protegen nuestro planeta de las acciones externas del espacio, existe una conocida como la ionosfera.
Esta, se compone de un campo magnético que nos recubre y es usado para generar el rebote de las ondas electromagnéticas de radio de largo alcance.
Las telecomunicaciones, basan su funcionamiento al campo magnético. Por lo tanto, pueden verse afectadas de manera muy directa.
De igual manera, los aparatos que se mantienen en órbita alrededor del planeta pueden sufrir graves desperfectos. Incluso, una pérdida total ante el gran daño que se origina sobre su infraestructura electrónica.
Los sistemas de transmisión eléctrica, pueden sufrir interrupciones repentinas con afectaciones sobre líneas de alta tensión y transformadores.
Las comunicaciones de los vuelos, también sufren de perturbaciones durante estas tormentas geomagnéticas.
Predicciones a futuro sobre el clima espacial
Numerosos científicos de diferentes países, han coincidido que se estima que para el año 2024 el Sol alcance una gran actividad energética.
Éste lanzará al espacio una gran cantidad de energía. Un evento similar, ocurrió en 1859 y fue denominado Carrington por el astrónomo Richard Carrington.
El 1 de septiembre de ese año, se detectaron dos manchas oscuras brillantes que se convertirían en la tormenta solar de mayor potencial jamás registrada. Durante su paso por nuestra atmósfera, generó graves consecuencias sobre las comunicaciones de telégrafo.
El cual en ese entonces, era el medio de comunicación más novedoso.
El simple hecho de pensar en una tormenta eléctrica de este nivel, es sinónimo de consecuencias planetarias terrible.
Se correría el riesgo de pérdidas en la comunicación, y apagones eléctricos con alcances continentales que tardarían mucho tiempo en ser resueltos.
La comunidad científica, trabaja de manera permanente para estudiar estas tormentas solares ya que se comportan de manera similar a los sismos.