En un verano Rosemary Alvarez de Phoenix pensó que tenía un tumor cerebral. Pero en la operación, su médico descubrió algo que lo dejó sorprendido: un gusano parásito que se comía su cerebro, entonces ¿podemos tener parásitos en el cerebro?
Parásitos en el cerebro
Alvarez, de 37 años, fue transferida por primera vez al Instituto Neurológico Barrow en el Hospital y Centro Médico St. Joseph en Phoenix con problemas de equilibrio, dificultad para tragar y entumecimiento en el brazo izquierdo.
¿Tenemos parásitos en el cerebro?
Una resonancia magnética reveló un crecimiento extraño en su tronco cerebral que se parecía a un tumor cerebral para el Dr. Peter Nakaji, un neurocirujano del Instituto Neurológico de Barrow.
«Los que están en el tronco cerebral son difíciles de distinguir», dijo Nakaji. «Y se estaba deteriorando bastante rápido».
Sin embargo, en un momento clave durante la operación para extirpar el tumor del tamaño de una uña, Nakaji, en cambio, encontró un parásito que vivía en el cerebro, una tenia llamada Taenia solium, para ser precisos.
Cuando Alvarez se despertó, escuchó la buena noticia de que no tenía tumores y se recuperaría por completo. Pero ella también escuchó las inquietantes noticias de cómo llegó el gusano a su cerebro.
Nakaji dijo que alguien, en algún lugar, le había servido comida contaminada con las heces de una persona infectada con el parásito de la tenia.
«No era que tuviera mala higiene, solo era una víctima», dijo Nakaji.
Las lombrices de cerdo son una tendencia pequeña pero en crecimiento. La tenia porcina ha plagado a las personas durante miles de años. El parásito, conocido como cisticercosis, vive en el tejido de carne de cerdo, y es probablemente la razón por la que las leyes dietéticas judías y musulmanas prohíben la carne de cerdo.
Kuhn dijo que si tienes una tenia en el intestino, o si un gusano se introduce en tu cerebro puede depender de cómo consumiste el parásito.
Parásito en el cerebro
Cómo los humanos pueden tener parásitos
Comes el parásito en carne contaminada y terminas comiendo las larvas, llamadas quistes. Kuhn dijo que en ese caso, una persona solo puede terminar con una tenia.
La comida contaminada con excremento y la carne de cerdo poco cocida, puede llevar a los gusanos al cerebro. Los huevos de los parásitos pueden pasar del estómago al torrente sanguíneo. Desde allí, los huevos pueden viajar y alojarse en varias partes del cuerpo, incluido el músculo, el cerebro o debajo de la piel, antes de convertirse en quistes.
Según Kuhn, quien ha viajado para estudiar este parásito, la cisticercosis es un gran problema en algunas partes de América Latina, donde los códigos de salud son difíciles de aplicar y las personas con frecuencia comen carne de cerdo poco hecha.