La química, es una ciencia que está envuelta en muchos procesos que vemos a diario. Nuestros cuerpos son una constante de esta materia, ya que se alimentan, crecen o evolucionan a la perfección gracias a la química que dentro de nosotros nos permite la vida. Para ampliar nuestros conocimientos sobre ella, nos centraremos en un elemento de la tabla periódica, que muchos consideran como el más importante para el ciclo de la vida en el planeta tierra: el Rodio.
Existen otros elementos como el carbono, el cobre, el hierro, el azufre, el hidrogeno, el nitrógeno que son propicios para la vida. Aun así, el Rodio se encuentra bajo la lupa del estudio entre los distintos elementos de la tabla periódica. Si deseas conocer más acerca del sigue con nosotros y conozcamos más las características del Rodio.
Características del Rodio
El rodio es el elemento número 45 de la tabla periódica. EL nombre de este elemento deriva del idioma griego, Rhodon que significa: Rosa. Fue descubierto en el año 1803 por el químico inglés William Hyde Wollaston. Este mismo científico intervino en el descubrimiento del paladio, justo cuando investigaba otros tipos de minerales.
El rodio es un elemento algo escaso para el uso humano. Al año apenas se producen 6 toneladas. Aunque suene demasiado, es una cifra sumamente baja en comparación con la producción de otros elementos. A este elemento se le puede encontrar en la naturaleza, en depósitos de este mineral.
Orgánicamente este elemento es producido en grandes cantidades en los ríos y montes Urales de Eurasia. Ubicado en el grupo de 9 de los elementos de la tabla periódica, el Rodio es un metal, de colores gris con plateado. Es muy reflectante de cualquier luz, es resistente a la corrosión y muy duradero. Favorable entre sus características para distintas aleaciones.
Usos del rodio
Es un agente catalizador empleado en aleaciones con platino y otros metales. Sus propiedades lo hacen resistente, para que otros elementos se hagan más resistentes y duraderos. Se usa para diseñar partes que se someten a elevadas temperaturas, como las bujías de los aviones y distintas láminas de fibra de vidrio.
Además, es un buen conductor, lo que permite usarlo en piezas de servidores, ordenadores y cualquier parte de sistemas eléctricos. También se usa para darle una capa fina a la joyería, protegiéndola de la oxidación. Este proceso de chapeado se aplica en distintos tipos de lámina que se usan en las industrias, entre chapas de calderas u hornos industriales.