Cuando se habla de aerobios y anaerobios en realidad nos referimos a los organismos que poseen uno de los dos tipos de respiración celular. Por lo tanto, las células capaces de cada tipo de respiración recibe el nombre de aeróbico o anaeróbico. ¿Quieres conocer más sobre esto? Aquí te lo contamos.
Índice
Los organismos aerobios y anaerobios
Tu cuerpo está formado por decenas de billones de células y cada una de ellas requiere de combustible para funcionar y estar saludable. Tu cuerpo lo alimentas al tomar aire, alimentos y agua, pero los alimentos que comes no pueden ser usados para alimentar a las células inmediatamente.
Después de que la comida ha sido digerida y las vitaminas y nutrientes se hayan distribuido entre las células, se deben convertir los nutrientes en energía celular. Este proceso es conocido como la respiración celular.
Las células transforman los nutrientes en un combustible llamado trifosfato de adenosina (ATP) durante la respiración celular. Este proceso comienza con la glicosis, que descompone la glucosa en ATP y la presencia de oxígeno incrementa la cantidad de ATP que una célula puede producir aunque dañando a la célula ligeramente. Si la célula utiliza respiración aeróbica o anaeróbica, dependerá de la disponibilidad de oxígeno. La respiración celular aeróbica usa oxígeno, mientras que la anaeróbica no.
Fundamentos de la respiración celular
Todos los organismos aerobios y anaerobios deben pasar por la respiración celular para funcionar. En su forma más simple, la respiración celular es el proceso que cada célula tiene para descomponer los nutrientes y azúcares para convertirlos en ATP. EL ATP es usado para alimentar la célula durante su trabajo.
La respiración celular ocurre en distintos lugares dependiendo del tipo de célula. Todas las células comienzan el proceso de respiración con glicosis, un conjunto de reacciones químicas que descomponen la glucosa. Lo que suceda luego de la glicosis depende de la relación del a célula con el oxígeno y si hay disponibilidad del mismo.
Uso de oxígeno y glicosis
La mayoría de los organismos necesitan oxígeno para sobrevivir y lo usan para procesar la energía de forma más eficiente. Sin embargo, el oxígeno puede ser corrosivo, así como oxida el metal, en exceso puede degradar una célula y deshacerla si no se agota lo suficientemente rápido.
Por esta razón, las células se clasifican en aerobios y anaerobios. Si una célula es aerobia o anaerobia depende de si esa célula puede procesar oxígeno o no, y por ende que tipo de respiración celular usa la célula.
Una célula con biología anaeróbica usa la respiración anaeróbica, mientras que una con biología aeróbica usa la respiración aeróbica. La mayor parte de la respiración se produce luego de comenzar con la glicosis.
Respiración aeróbica vs anaeróbica
Luego de producirse la glicosis, la glucosa en al célula se divide en varios subproductos químicos. En la respiración anaeróbica es utilizado el etanol o ácido láctico para procesar dichos subproductos en dos moléculas de ATP.
Mientras que en la respiración aeróbica es usado el oxígeno para completar el mismo procedimiento. Con la diferencia de que los subproductos producidos en la glicosis se descomponen aún más, lo que permite crear cuatro moléculas de ATP. Es decir, la respiración aeróbica es más eficiente, pero conlleva el riesgo de una avería celular por acumulación de oxígeno. Pero al final siempre se produce ATP.