Los historiadores han estudiado por años distintas teorías acerca del Reino perdido de Yam. Según los documentos hay bastantes evidencias de que verdaderamente existió en el continente africano.

Lo curioso es que apenas ha dejado unos pocos rastros de su existencia en inscripciones egipcias y relatos de viajes. Otros de los datos investigados es que comerciaba habitualmente con los antiguos egipcios del Antiguo Reino. A continuación, te contaremos más sobre ello.

¿Existió el misterioso Reino perdido de Yam?

Como indicamos, las evidencias dicen que existió. El principal misterio sobre la ubicación exacta del Reino de Yam es parcialmente develado a través de jeroglíficos y relatos de viajes.

En la tumba de Harkhuf (Dinastía VI, alrededor de 2345 a.C – 2181 a.C) gobernador de Elefantina que sirvió bajo el imperio de los faraones Merenre y Pepi II, se encuentran inscripciones biográficas que relatan las expediciones a una tierra llamada Yam, donde se cree que se realizaron diversos viajes de exploración.

¿Qué relatan las inscripciones?

Según estas inscripciones, el gobernador realizó cuatro viajes a la tierra de Nubia. En el primer viaje, marchó con su padre sacerdote para explorar el camino a Yam,. Harkhuf volvió de Yam con regalos exóticos y suntuosos, como marfil, ébano, pieles de leopardo, plumas de avestruz y huevos, entre otros productos muy apreciados en la época.

Reino perdido de Yam

Lo curioso es que apenas ha dejado unos pocos rastros de su existencia en inscripciones egipcias.

La segunda expedición de Harkhuf la hizo en ocho meses y la tercera, en la que no explicita el tiempo de viaje, relata que tomó el camino de Uhet.

La cuarta expedición de Harkhuf al Reino de Yam también fue con el propósito de comerciar, pero en este caso se relata cómo el gobernador recibió una carta de Pepi II, el faraón de 8 años, en la que le solicitaba ver un enano que Harkhuf había comprado durante su expedición.

¿Qué dicen las exploraciones recientes?

El explorador egipcio Ahmed Hassanian Bey halló, en el año 1923, un conjunto de pinturas rupestres en las montañas de Uwienate y denominó al lugar “el oasis perdido”.

Más cerca de nuestra época, en 2007, Mark Borda, un aventurero maltés junto con su guía Mahmoud Morai exploraron los valles de Uwienate en Libia. Allí descubrieron pinturas prehistóricas al lado de jeroglíficos en los que se relata la existencia de un Reino llamado Yam.

En estas inscripciones, relata el faraón Montuhotep que dos personas le traían productos de esos territorios. Uno de ellos procedía de Tekhbeten y el otro, del país de Yam.

Las inscripciones de Harkhuf proporcionan una gran cantidad de información sobre la posible ubicación del Reino de Yam y una de ellas son los meses que insumía el viaje.