Las mantarrayas vienen en todas las formas y tamaños, pero son de las criaturas más bellas que podemos ver en el mar. Por lo general, podemos encontrar al menos una mantarraya cerca de las aguas costeras poco profundas de los mares. La mayor parte del tiempo están tranquilos, parcialmente enterrados bajo la arena y moviéndose muy poco.

Características físicas de la mantarraya

Por lo general, el color de la mantarraya es parecido al sombreado del fondo marino para camuflarla de depredadores como tiburones o rayas más grandes. Sus cuerpos son aplanados y cuentan con aletas pectorales unidas a la cabeza y el tronco, con una gran cola en su parte trasera.

Los ojos de la raya están ubicados en la parte superior, mientras que su boca y branquias están ubicados debajo. Se cree que los ojos no son muy útiles para cazar, por lo que ubican su comida de manera parecida a los tiburones por medio de sensores eléctricos llamados ampollas de Lorenzini.

Estas ampollas están alrededor de la boca de la raya y son capaces de detectar las cargas eléctricas de sus presas potenciales. Muchas rayas tienen dientes y mandíbula para aplastar moloscus como otras, mejillones y almejas.

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Mantarraya vista desde arriba

Movimiento de las rayas

Generalmente las mantarrayas se inclinan para moverse. Cuando lo hacen ondulan sus cuerpos como una ola mientras que otras aletean sus aletas como alas. La cola la usan para maniobrar en el agua, pero normalmente la usan para protegerse de los depredadores.

Veneno

La cola de la mantarraya tiene una espina o púa que puede ser muy grande, con bordes dentados y una punta muy afilada. Pero si esto no es lo suficientemente amenazante, puede producir veneno que es fatal para los humanos. De hecho, aunque la raya esté muerta su veneno puede seguir siendo mortal.

Reproducción

La reproducción de estas criaturas se parece un poco a la de los tiburones, ya que son parientes. Al igual que otras especies, las rayas crecen dentro de un huevo que no es liberado hasta que las crías nazcan.

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Mantarraya vista desde abajo

Si bien los animales que experimentan partos son mamíferos y las que ponen huevos son ovíparos. Estos animales son ovivíparos, ya que se desarrollan dentro del cuerpo de la madre y eclosionan ahí mismo.

La fertilización es interna, de manera que debe haber unión sexual entre macho y hembra. Es decir, el macho debe introducir sus órganos reproductores (pterigopodios) dentro de la hembra para transferir su esperma y fertilizar.