La luz solar es la fuente de vida en la Tierra, y de manera directa o indirecta es el combustible para la mayoría de los sistemas renovables. Los sistemas fotovoltaicos y solares térmicos, así como las centrales térmicas solares pueden convertir la irradiación solar en energía eléctrica utilizable.
Actualmente consumimos energías en muchas formas. Sin embargo, casi toda la energía que utilizamos proviene del poder del átomo. Las reacciones de fusión nuclear energizan a las estrellas, incluyendo el Sol. Y la luz solar resultante tiene muchos efectos sobre nuestro planeta.
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La luz solar permite generar otras fuentes de energía
La energía del Sol calienta la superficie de todo el planeta. Como resultado esto impulsa grandes transferencias de calor y presión en los patrones climáticos y las corrientes oceánicas. Las corrientes de aire resultantes sirven como viento para turbinas.
La energía solar también evapora el agua que cae como lluvia y es acumulada detrás de las presas. Luego, el movimiento del agua retenida es utilizado para generar electricidad a través de la energía hidroeléctrica.
Sin embargo, casi siempre la energía solar es utilizada de forma indirecta a través de los combustibles fósiles. Cuando la luz del sol llega a las plantas, parte de la energía queda atrapada por la fotosíntesis y se almacena en enlaces químicos mientras la planta crece.
Meses o años más tarde se puede recuperar esta energía mediante la quema de productos como la madera. Esto permite romper los enlaces químicos liberando energía en forma de luz y calor. Sin embargo, es frecuente usar la energía almacenada en formas más concentradas cuando la materia orgánica se convierte en carbón, gas natural o petróleo.
¿Es posible usar la luz solar como fuente de energía?
El sol envía más energía a la Tierra en una hora de lo que el planeta necesita al año. Actualmente, se estudian las maneras de mejorar el uso de la energía del Sol. Por ejemplo, los paneles solares térmicos permiten recolectar energía térmica para calentar agua y aire.
Otra manera es con el uso de las células fotovoltaicas o células solares, para convertir luz solar en electricidad utilizable. Estas células utilizan un material como el silicio para absorber la energía de la luz solar. Luego, la energía de la luz hace que los electrones sean liberados de los átomos de silicio en la célula.
Debido a la manera en la que están fabricadas las células solares, los electrones libres se mueven hacia un lado de la célula, creando una carga negativa de un lado y dejando una positiva del otro lado. Cuando la célula es conectada a un circuito con cables, los electrones fluyen a través de los cables del lado negativo al positivo. En pocas palabras, funciona como una batería y es capaz de alimentar lo que conectes en su camino.