Desde 1950, la lluvia no hacía acto de presencia en la fría Groenlandia. El pasado el 14 de agosto de 2021 se registró lluvia en lugar de nieve en los glaciares y una temperatura en valores positivos durante 9 horas seguidas. Esto ha provocado una gran alerta en la comunidad científica y los efectos del cambio climático y su velocidad.
Efectos de la lluvia en Groenlandia
La zona más alta del casquete de hielo de la isla ha experimentado estos últimos días de Agosto temperaturas superiores a 0 ºC por tercera vez en la última década. También, la masa de aire ha sido especialmente húmeda y ha desencadenado lluvias muy extensas en el interior de la isla.
Las consecuencias no se limitan a un planeta más caliente, según a explicado Ted Scambos, científico del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado: «Lo que está sucediendo no es simplemente una década o dos cálidas en un patrón climático errante. Esto no tiene precedentes. Estamos cruzando umbrales no vistos en milenios y, francamente, esto no va a cambiar hasta que ajustemos lo que estamos haciendo al aire».
El año pasado, en Julio de 2020, también ocurrió un derretimiento masivo similar causado por el aire calente. Esto es una señal de que Groenlandia se está calentando rapidamente. Además, como el hielo reduce también en esta gran isla el fenómeno de albedo, es decir, el porcentaje de radiación que la superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella. Así, se produce un efecto de retroalimentación que acelera el deshielo.
Los expertos calculan está perdiendo en la actualidad unos 270.000 millones de toneladas de hielo cada año a causa de este calentamiento. Si Groenlandia desapareciera como consecuencia del deshielo, el mar aumentaría 6 metros de altura, causando graves consecuencias para el planeta tal y como lo conocemos.