Los científicos han detectado vapor de agua en la atmósfera de un exoplaneta, el K2-18b. Este es un mundo parcialmente habitable, y es de casi el doble del tamaño de la Tierra. Este hallazgo fue anunciado el 11 de septiembre de 2019. Pero no solo cuenta con vapor de agua, sino que el planeta probablemente también tiene nubes y lluvia.

El planeta se encuentra a unos 110 años luz y fue descubierto en 2015 por el telescopio espacial Kepler de la NASA. El exoplaneta orbita una estrella roja en la “zona habitable”, una distancia donde el agua líquida podría ser estable en la superficie de K2-18b.

El Hubble logró detectar vapor de agua en la atmósfera de K2-18b

Los científicos usaron datos de las observaciones del Telescopio Espacial Hubble realizadas en 2016 y 2017, y recolectadas por el equipo de investigación para terminar que K2-18b tiene vapor de agua en su atmósfera. Hasta ahora, este es el exoplaneta más pequeño en el que se ha descubierto vapor de agua en la atmósfera.

vapor de agua en la atmósfera

K2-18b está a una distancia de K-18 que le permite tener vapor de agua en su atmósfera, y posiblemente nubes y lluvia.

¿Es K2-18b un candidato para la vida alienígena?

Aún no se sabe mucho sobre este exoplaneta. Sin embargo, podría ser un planeta rocoso con una gran atmósfera, o bien un “mundo acuático”, es decir, cubierto en su mayoría o totalmente por agua. De todas formas, se trata de uno de los mejores candidatos para albergar vida extraterrestre. Ya que es un planeta relativamente pequeño, ubicado en una zona habitable y con evidencia de agua.

Los investigadores estudiaron todos los datos del Hubble para analizar el movimiento de K2-18b a través de su estrella, mediante una técnica llamada espectroscopia Doppler. Durante el tránsito del planeta, parte de la luz de la estrella es filtrada a través de la atmósfera del planeta. Esto hace que la atmósfera del planeta deje una “huella digital” característica en la luz, que es lo que se trata de observar.

También es probable que tenga alto contenido de hidrógeno

Los investigadores analizaron los datos de los tránsitos de K2-18b, este análisis les permitió determinar que su atmósfera probablemente contenga 0.01% y 50% de agua. Pero además, también es probable que tenga una alta cantidad de hidrógeno.

Esto proviene del hecho de que los investigadores solo pueden identificar una firma de agua con las observaciones de Hubble, la “huella digital” observada con la espectroscopia Doppler. Sin embargo, no es posible saber con exactitud cuánta agua hay.

Los años en K2-18b son más cortos

Al detectar vapor de agua en la atmósfera de K2-18b, se concluyó que existe cierta cantidad de agua y probablemente hidrógeno en su atmósfera. Hasta ahora, también se conoce el tamaño y la masa del planeta, y que su gravedad es mucho más alta que en la Tierra.

Por otro lado, el período orbital es de 33 días terrestres. Esto significa que un año en K2-18b equivale a cerca de un mes en la Tierra.

Este es un planeta que orbita una estrella enana roja junto a un segundo exoplaneta más pequeño, K2-18c. De manera que, al estar parado en la superficie del planeta bajo un cielo despejado, solo verías una estrella roja en lo alto en lugar de nuestro sol. Pero debido a la fuerte gravedad y mayor radiación UV, estar en la superficie quizás sea imposible o al menos muy inseguro.

vapor de agua en la atmósfera

Órbita de K2-18c y K2-18b con respecto a su estrella roja.

¿Cómo es la atmósfera de K2-18b?

Detectar vapor de agua en la atmósfera del exoplaneta ha generado tres modelos atmosféricos con probabilidades iguales. La primera posibilidad es que sea una atmósfera sin nubes, que contenga solo agua e hidrógeno-helio. La segunda es una atmósfera sin nubes, con agua, hidrógeno-helio y nitrógeno molecular. Mientras que la tercera posibilidad podría ser una atmósfera nublada, con agua e hidrógeno-helio.

Estadísticamente, los tres escenarios son igualmente probables. Sin embargo, también es probable que la respuesta sea un punto intermedio entre los 3. Pero el problema es que responder esta pregunta con observaciones terrestres es muy difícil. Aunque los científicos creen que con el telescopio espacial James Webb de la Nasa que se lanzará en 2021, muchas preguntas podrán tener respuesta.