Si has visto alguna vez un partido de baloncesto, seguro que te ha sorprendido la altura de los jugadores, principalmente los pívots. Pues, aunque parezca increíble, todos ellos palidecen ante el hombre más alto de la historia, que superó en medio metro a los más altos, y casi un metro a los de estatura media o baja. ¿Quieres saber quién fue y cuál era su altura? Prepárate, porque te va a sorprender.
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Quién fue el hombre más alto de la historia
El hombre más alto de la historia recibía el nombre de Robert Pershing Wadlow. Piensa, por ejemplo, en Pau Gasol, un pívot de 2,13 metros de altura. Su hermano, Marc Gasol, todavía lo supera, pues alcanza los 2,16 metros. Pues ambos llegarían a los hombros de Robert, ya que este enorme grandullón alcanzó la sorprendente medida de 2,72 metros. ¡Impresionante, ¿verdad?!
Como es lógico, Pershing Wadlow ostenta su marca en el Libro Guinness de los Récords, ya que nadie en este planeta, que sepamos, ha alcanzado sus medidas. Pero, ¿quién fue este hombre? ¿De dónde era y cómo vivió? Vamos a conocer un poco más a Robert.
Robert Pershing Wadlow, el hombre más alto de la historia
Robert Pershing Wadlow fue un hombre tranquilo que nació en Alton, un pequeño pueblo de Illinois, en 1918. Curioso que este hombre tan alto naciera en Alton, ¿verdad? Sin embargo, más allá de bromas y casualidades, su vida no fue todo lo agradable que debiera.
Robert murió a la tierna edad de 22 años. Era un chico afable que perdió la vida en 1940 de forma repentina y sin motivo aparente, aunque es probable que su desmesurada altura pudiera tener algo que ver.
Pershing Wadlow, como adolescente, ya era el hombre más alto del mundo. De hecho, según los datos que se tienen, con tan solo 8 años de edad ya medía 1,87 metros, muy por encima de la media de cualquier país industrializado actual.
Sin embargo, su altura era un problema. Muy joven ya debía usar un bastón, pues su desequilibrio era notable. Además, encontrar calzado era una tortura, puesto que calzaba un 70.
El 4 de julio de 1940, ¿otra casualidad?, participaba en el Festival Manistee National Forest. Allí fue cuando se lesionó un tobillo. Sin embargo, la ampolla causó una grave infección que se extendió por todo su cuerpo. Tras varias operaciones y transfusiones de sangre, perdió la vida el 15 de julio de 1940.
Hay que recordar que Robert tenía solo 22 años. Su problema se debía a una hipertrofia de la glándula pituitaria. Es decir, que de haber superado la infección, tal vez hubiera alcanzado los tres metros.
Sea como fuere, fue un joven amable y querido. Tras su muerte, el chico recibió un homenaje del pueblo de Alton que levantó, nunca mejor dicho, una estatua en su honor.