Hay quienes les gustan la ducha con agua caliente hasta en verano, y otros que les gustan más las duchas refrescantes, pero ¿cuáles sons sus efectos? ¿Es mejor la ducha fría o caliente?
Si alguna vez has probado agún tratamiento de curas térmicas, sabrás que los efectos del agua en nuestro cuerpo varía junto con la temperatura. ¿Y cómo podemos aprovechar mejor nuestra ducha diaria? Vamos a ver!
Beneficios de ducharse con agua caliente
- El primer y más conocido efecto de una buena ducha caliente es la relajación de la tensión : ¡pocas cosas relajan los músculos más que el flujo de agua en nuestro cuerpo!
- Alivia el tracto respiratorio de forma natural
- Dilata los poros y te permite limpiar completamente la piel eliminando las células muertas y las impurezas
- Una ducha caliente por la mañana activa la circulación sanguínea y relaja los músculos
- Alivia otros tipos de dolor como el menstrual o dolor de cabeza
Beneficios de ducharse con agua fría
- Tener energía rápidamente: un chorro de agua fría prácticamente despierta todos nuestros sentidos y nos impulsa a la acción
- Ayuda con el cuidado del cabello: el agua fría es buena para el cabello, ya que no elimina los aceites naturales que lo protegen, y hace que brille más
- Protege la piel de la invasión de las bacterias al cerrar tus poros
- Combate la depresión y produce un efecto analgésico en el cuerpo, especialmente después de la actividad física
¿Cuál es entonces la mejor manera de beneficiarse de ambos tipos de ducha?
El consejo es usar agua tíbia (¡pero no caliente!). Una buena ducha sería aplicar el agua tíbia o casi fría en la cabeza. Después de bañarte, hidrata el cuerpo con una crema. Debes usar productos no demasiado invasivos para el cuerpo y el cabello. También, limita la duración de la ducha para evitar dañar la piel, sobretodo en el caso de duchas con agua caliente. Finalmente, empieza con un chorro caliente y termina con uno frío. ¡Buena ducha!