¿Te has preguntado en algún momento por dónde sale el Sol? Seguro que recuerdas aquello de que sale por el este y se pone por el oeste. Pero, ¿es esto realmente cierto? ¿Es lo único que debes saber sobre la puesta del astro rey que permite la vida en nuestro planeta? Vamos a desvelar la verdad.
¿Por dónde sale el Sol realmente?
Pues no, el Sol realmente no sale por el este. Este hecho se debe a la inclinación del eje de rotación de nuestro planeta y al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del astro rey. Es decir, que realmente el Sol únicamente sale por el este dos días al año, y es durante las equinoccios. En estas fechas, el día y la noche duran exactamente lo mismo.
Entonces, es normal que te preguntes por dónde sale el Sol realmente. Pues el resto del año, nuestro astro rey sale del hemisferio norte, y es también por donde se pone durante primavera y verano, variando en otoño e invierno hacia el sur. Evidentemente, en el hemisferio contrario, el efecto se produce igualmente al revés.
El desplazamiento de la salida del Sol encuentra su máximo durante los solsticios de verano e invierno. En esos días, en el hemisferio norte, encontramos los días más cortos y largos del año. Así pues, el astro rey alcanza su cénit, el punto más bajo sobre el horizonte, y también el punto contrario, el más alto, por lo que su desplazamiento está marcado por los Trópicos de Cáncer y de Capricornio.
La historia de la salida y puesta de Sol
Desde tiempos inmemoriales, los humanos se encontraron en la necesidad de medir de alguna forma la duración de días y noches. Con el fin de organizarse mejor, usaron el movimiento del Sol para tal efecto. Es decir, se basaron en su paso por nuestro cielo diurno.
Antaño, como es evidente, ante la falta de información y conocimientos, los efectos de la naturaleza y el universo sobre la Tierra se asociaban a los gestos de los dioses. Por ejemplo, en el caso del Sol, para los antiguos griegos, era Apolo quien hacía que, con su carro, el astro apareciese cada mañana.
Obviamente, el Sol ha sido durante siglos un referente que hemos usado los humanos para guiarnos por el planeta. Podríamos decir lo mismo de otros instrumentos, como pueden ser los mapas, las brújulas, o elementos de la naturaleza como las estrellas, principalmente la estrella Polar.
Todo ello nos ha permitido durante siglos aprender la naturaleza del planeta y el universo en que vivimos. Además, gracias a estos ingenios, hemos podido emprender la navegación, por ejemplo. Así pues, hoy tenemos un conocimiento mucho más profundo de cuanto nos rodea. De esta forma, sabemos que el Sol, que realmente ni se pone ni sale, simplemente está en el centro y es el movimiento de rotación de la Tierra quien hace que lo veamos durante el día y desaparezca por la noche.