A partir de la revolución industrial, fueron surgiendo las máquinas que permitieron acelerar y simplificar los procesos productivos. Transformando los métodos rudimentarios, en otros más automatizados. A partir de entonces, el objetivo se centró en la fabricación de motores térmicos. Los cuales transformaban la energía calórica, en energía mecánica para lograr la movilización de sus componentes. La fuente de energía, podía ser muy diversa. A partir de entonces, nace la combustión interna. Que basada en la transformación de energía química en mecánica, aportó una novedosa máquina con motor de combustión interna. A continuación, una breve explicación al respecto.
Índice
El motor de combustión interna
El principio de su funcionamiento
Partiendo de la energía química, se logra la energía mecánica. La cual, consiste en una reacción o combustión que inicia en su interior a partir de un fluido. O bien, la mezcla de varias sustancias combustibles bien sea líquida o gaseosa con el aire. A partir de este principio, ocurre todo un proceso sistemático que permite el movimiento de cada uno de los componentes del motor. En esta reacción, el fluido activo o combustible permanece almacenado y es enviado directamente a una reacción violenta. Que en combinación con el aire directo de la atmósfera, genera la combustión y un proceso de intercambio térmico. En el cual, la mayor parte del calor y los gases que se producen son expulsados al exterior. Todo este proceso de combustión, se realiza dentro de una cámara interna. En donde un cilindro que posee en su interior un pistón rectilíneo, conforma un sistema de pistón-biela-cigüeñal, que representa un eje de rotación.
La combustión interna como un sistema
El pistón, es estimulado a partir de la ignición que genera su movimiento. Y ese movimiento, es transmitido hacia la biela que lo transfiere hacia el cigüeñal. Todo esto puede representarse mediante un diagrama de entrada y salida. Hay que tener en cuenta, que todo los elementos auxiliares deben poseer la lubricación adecuada que permita facilitar el movimiento entre ellos. Reducir los coeficientes de fricción, y al mismo tiempo minimizar los efectos térmicos sobre los materiales de cada uno. Aumentando así, la vida útil de los mismos. En los motores de combustión interna, debe darse vital importancia al sistema de refrigeración. Ya a través de él, se puede mantener constante la temperatura del motor. Eliminando el calor excesivo y los movimientos mecánicos, que se producen.
Clasificación de los motores
Los motores de combustión interna, pueden clasificarse de acuerdo a su estructura constructiva. Es decir, de acuerdo al número y distribución de cilindros. Igualmente, en función de la refrigeración que posean. Otra clasificación que se le da, se basa en la cara activa de los pistones. La cual, pudiera ser lo que se denomina el doble efecto. Ya que, pueden funcionar en dos direcciones.
La presión de admisión del aire, da motivos suficientes para una clasificación. Ya que en los motores comunes o convencionales, el aire que entra lo hace a una presión igual a la de la atmósfera. Lo que hace, que se note una diferencia de los motores porque la presión se hace de manera forzada y elevada. Para lograr esto, se cuenta con un compresor que comprime el aire entrante, y con esto se logra una mayor potencia.