El cine es una de las actividades más placenteras y divertidas que existen. Para los cinéfilos, un estreno significa una nueva y emocionante manera de pasar un buen rato. Con el avance de la tecnología, incluso este tema se vio afectado. Y es que, las tres dimensiones se han apoderado de la pantalla grande para traernos más y mejor disfrute. Pero, ¿te has preguntado cómo funciona el cine 3D? Sigue leyendo que aquí te lo contamos.
La percepción en 3 dimensiones
En 1838, Sir Charles Wheatstone describió por primera vez el proceso de estereopsis. Un proceso por el cual, los humanos perciben tres dimensiones a partir de dos imágenes superpuestas muy similares. O, el proceso por el cual Avatar parece un paisaje alienígeno alucinantemente y real, en vez de un montón de pelusa de colores brillantes.
La tecnología 3D ha avanzado mucho desde que Wheatstone desarrolló su estereoscopio, que luego usó para ver imágenes estáticas y eventualmente en movimiento. Ahora podemos usar imitaciones y disfrutar de películas en 3D, programas de televisión y videojuegos. Para algunas personas, ver imágenes geniales puede ser suficiente. Pero otros pueden tener curiosidad por saber cómo TRON: Legacy los llevó a su brillante mundo.
¿Cómo funciona el cine 3D?
Estereoscopía, se refiere a cómo tus ojos y tu cerebro crean la impresión de una tercera dimensión. Los ojos humanos están separados aproximadamente de 50 mm a 75 mm, por lo que cada ojo ve una parte del mundo ligeramente diferente. ¿No lo crees? Levanta un bolígrafo, lápiz o cualquier otro objeto delgado. Cierra un ojo. Ahora cambia.
La imagen de cada lado debe ser bastante similar, pero ligeramente desplazada, como la línea detrás de la cabeza de la mujer en la imagen de arriba. Estas dos imágenes ligeramente diferentes entran en el cerebro, en cuyo momento éste hace una geometría de gran potencia para compensar la disparidad entre las dos imágenes. Esta disparidad es «3D» – esencialmente, tu cerebro compensa el hecho de que estás recibiendo dos perspectivas diferentes de la misma cosa.
Las dos formas de 3D
El cine ha sido uno de los pioneros del 3D, gracias a sus grandes presupuestos y a cierta osadía tecnológica. Hay dos formas en las que el 3D se ha logrado en las películas: el anáglifo y las gafas polarizadas.
El anáglifo es una forma elegante de referirse a las gafas rojas y azules que solíamos usar. Al proyectar una película en esos colores – uno en rojo, otro en azul – cada ojo obtendría una perspectiva individual y tu cerebro uniría el efecto 3D. Se podían usar otros colores, siempre que fueran lo suficientemente claros para ser separados en la pantalla. Esta técnica, sin embargo, no permitía una gama completa de colores y tenía una tendencia a «fantasmas», o a que las imágenes, una vez disimuladas, se difuminaban unas dentro de otras. No es genial.
Para contrarrestar esto, el 3D ahora usa la polaridad rotacional, lo que significa que la película que se proyecta tiene dos giros diferentes. Las gafas recogen esas rotaciones opuestas, en el sentido de las agujas del reloj en un ojo, y en el sentido contrario en otro ojo, para separar la imagen. Ahora puedes inclinar la cabeza o colocarla sobre el hombro de tu chico o chica ¡y seguir viendo la película!