A nadie escapa el alto valor monetario y las características del diamante, que es uno de los materiales más duros del planeta.
Pero de seguro no te imaginas como llega a nosotros, tras atravesar un proceso geológico muy largo y en el que intervienen una serie de fenómenos y factores.
¿Qué es un diamante?
Es interesante saber que los diamantes son átomos puros de carbono en forma polimorfa y que, bajo condiciones de presión y temperatura extremas se transforman en esta piedra preciosa. Pueden clasificarse por cuatro características: claridad, color, corte y quilates, también conocido como carats.
Es uno de los materiales más duros de la naturaleza y esto se debe a la fuerte unión de sus átomos, compuestos de carbono. Una particularidad es que existen diez colores para diamantes, siendo blanco, amarillo y marrón los más comunes.
¿De qué manera se forma el diamante?
Sin dudas la formación de un diamante no es una tarea sencilla. Es un proceso de formación muy complejo y puede llegar a demorar millones y hasta billones de años.
El proceso puede ocurrir solo bajo la llamada capa litosférica, que se ubica entre 150 a 200 kilómetros bajo la superficie y en donde se dan condiciones extremas: temperaturas de entre 900 °C y 1300 °C y un nivel de presión de 30 kilobars.
Allí, el carbón se combina en una molécula cubica y en un proceso que pueden durar millones de años, se mineraliza transformándose en un diamante.
¿Cómo emergieron a la tierra?
Los diamantes emergieron a la Tierra a través de erupciones volcánicas. Una vez que el magma de las erupciones se enfrió, éstos fueron escondiéndose en depósitos, donde luego fueron encontrados por el hombre.
Si bien se han encontrado diamantes en 35 países, los que tienen mayores reservas de estas piedras preciosas son Rusia, Botswana and Sudáfrica.
Hay científicos que aseguran además que otra posibilidad, una teoría igualmente extraña, es que los diamantes hallados no tengan su origen en la Tierra. Algunos se han formado en el espacio y se depositan en la Tierra mediante el impacto de un asteroide.
No hay evidencias científicas de cuál es este proceso de creación, pero sí se sabe que algunos pudieron crearse hace aproximadamente tres mil millones de años.
Para terminar, te contaremos una curiosidad: el diamante más grande jamás descubierto fue bautizado como Cullinan. Encontrado en Sudáfrica en 1905, tenía un peso de 3106 quilates y una longitud de alrededor de 10.5 centímetros.