Los animales en el planeta tierra sin duda son asombrosos, además de mostrarnos sus particularidades, en algunos casos nos dan ejemplo de vida. Entre la fauna animal podemos encontrar especies que vuelan a velocidades asombrosas, algunas con una fuerza excepcional y otras más que tiene vista de microscopio.
Hoy te hablaremos de otro hito, que el ser humano jamás podría superar como lo es bucear en aguas profundas. No obstante, existe un animal que si lo puede hacer con total tranquilidad. Veamos de quien se trata. Conozcamos el buceo profundo de la manta diablo chilena.
El buceo profundo de la manta diablo chilena
Las mantas están entre los peces más asombrosos que viven en las aguas del planeta tierra. Poseen una gigantesca envergadura, el cual les ofrece potencia y ligereza para poder nadar cómodamente.
Son muy difíciles de obviar, cuando ves una por primera vez, su gran tamaño y cómoda forma de nado las hace parecer que flotaran en el aire. Recientes investigaciones demostraron un comportamiento extraño. En primeras instancias se creía que estos peces nadaban solo en agua superficiales.
Los estudios de su comportamiento han sido muy escasos, ya que su forma de nado no revela nada de importante. Sin embargo, hay algo que no se debe quedar por fuera, son las profundidades que esta puede llegar a alanzar.
LA investigación se llevó a cabo por científico de la universidad de Massachusetts, quienes demostraron que las mantas son unas campeonas del nado. Además de recorrer grandes distancias horizontales, también se sumergen a metros asombrosos.
La especie a la que se dedicaron los científicos fue a la manta diablo chilena. En la cual colocaron cámaras y GPS, para posicionarlas en las aguas. El estudio con esta tecnología tardo, nada más y nada menos que 9 meses. Durante este tiempo se siguieron los patrones de movimiento de estos animales en la zona del Atlántico Norte. Con esta tecnología se sabía con precisión su profundidad, velocidad e iluminación del entorno.
Datos asombrosos de la manta diablo chilena
Según los datos recibidos en los ordenadores, este animal registro unos informes sorprendentes. Son capaces de llegar a los 2.000 metros bajo el mar. Se mueven a velocidades de 20 kilómetros por hora y hasta más. A estas profundidades la temperatura oscila entre los 1 y los 4 grados centígrados, sin duda un frio asombroso. No queremos imaginarnos la presión de este entorno. Algo que ningún humano podría lograr. A menos usemos equipos, como naves acuáticas.