El antimonio, es un elemento químico cuyo símbolo Sb y ocupa en la tabla periódica bajo el número atómico de 51. Las características del antimonio son muy particulares. Posee una apariencia metálica quebradiza con colores claros brillantes. Además, se caracteriza por un punto de fusión de 630 °C y 1587 °C para la temperatura de ebullición. También, posee una elevada toxicidad y se encuentra en el grupo de los metaloides. Muy pocas veces, puede ser encontrado de forma natural. Sin embargo, se detecta sobre todo formando compuestos. A continuación, una breve reseña de las diversas aplicaciones y características del Antimonio.

Origen y descubrimiento

No existe con certeza, un punto de origen en el descubrimiento del antimonio. Sin embargo, en el viejo testamento se refleja su uso cuando quizás se encontrara en estado compuesto y se generara una confusión con sulfuros.

Por lo que, los romanos lo llamaba Stibium. Sus propiedades, fueron establecidas por un alquimista alemán llamado Basil Valentine en el año 1.450. A quien se le atribuye su descubrimiento.

Características del Antimonio

En los años posteriores, se seguía confundiendo el antimonio con otros elementos como plomo, estaño y bismuto.

Características del antimonio a nivel químico

Como se dijo anteriormente, pertenece al grupo de los elementos metaloides. Entre una de sus características resaltantes, se encuentra su mala conductividad térmica y eléctrica.

El antimonio, puede ser encontrado en la naturaleza como Sb2S3 (estibnita, antimonita). Al descomponerse la estibnita, se obtiene la Sb2O3 (valentinita).

Aplicaciones

Aunque su conductividad eléctrica y térmica no sea buena, puede ser usado en la obtención de semiconductores para los detectores infrarrojos.

También, posee una amplia aplicación industrial para la fabricación de baterías en aleación con el plomo, rodamientos y cojinetes.

De igual manera, se usa como parte de la composición de las soldaduras suaves. Actúa como estabilizador de la soldadura, y elimina la posible formación de alótropos en el estaño.

Características del Antimonio

El antimonio y sus efectos sobre la salud

El antimonio, forma una amplia variedad de compuestos lo cual se caracterizan por una alta toxicidad para la salud. Su manipulación, debe realizarse con una gran precaución.

Pueden generarse gases tóxicos cuando se usa con sustancias acidas a elevadas temperaturas. Sus consecuencias, pueden sentirse con problemas en la respiración, el aparato digestivo y sistema cardíaco.

No se ha determinado aún, alguna consecuencia del manejo del antimonio que pudiera generar cáncer o problemas en la capacidad reproductiva.

Sin embargo, el antimonio en diversas ocasiones se usa para tratar enfermedades de tipo parasitarias, sobretodo cuando se consume por largos periodos.

Efectos sobre el ambiente

Para la salud, se hizo énfasis en su toxicidad en los diversos componentes. Sin embargo en cuanto a las consecuencias que tiene sobre el ambiente, no dista mucho.

Las regulaciones ambientales de las industrias, han sugerido que sea reemplazado por el tungsteno.

Ya que, puede contaminar los suelos, el aire y sobre todo las fuentes de agua, con el cual ingresa en la cadena alimentaria.