La primera cicatriz que recibiste en tu vida no fue al caerte de la bicicleta o de unas escaleras, sino ese lugar donde a veces se acumulan pelusas, tu ombligo. Cuando eras un feto en el útero de tu madre, se te suministraba oxígeno y nutrientes a través del cordón umbilical, lo que conectaba tu cuerpo al de tu madre. En conclusión, todos hemos tenido cordón umbilical y servía para lo mismo, ¿pero por qué hay tantos tipos de ombligo?
El cordón umbilical, también permitía pasar sangre desoxigenada y productos de desecho de tu cuerpo al suyo. Pero al nacer, ya no era necesario el cordón para conseguir nutrientes y oxígeno, ya que podías hacerlo a través de tu boca.
Índice
¿Cómo se forma el ombligo?
Al nacer, el médico corta el cordón a una o dos pulgadas de tu cuerpo, de esta forma el cuerpo tiene tiempo para sanar y cerrar el punto por donde el cordón estaba unido a tu cuerpo. El trozo restante es llamado muñón, unos días luego de cortar el cordón el cuerpo formará tejido cicatricial para hacer tu ombligo. Luego el muñón se seca y cae al igual que una costra.
Es decir, el ombligo es una cicatriz que queda luego de caer el cordón umbilical. Sin embargo, esto no responde la duda de por qué existen tantos tipos de ombligo.
¿Por qué hay distintos tipos de ombligo?
Hay ombligos de diferentes formas y tamaños, por lo general son clasificados en dos grupos principales: de entrada y salida, dependiendo de si van hacia adentro o afuera. Sin embargo, tener un ombligo de entrada o salida es algo completamente al alzar, pero la mayoría de las personas tienen de entrada.
Algunas personas creen que los tipos de ombligo dependen de la manera o distancia en que el cordón fue cortado, pero no existe evidencia que lo confirme. La opinión más aceptada es que depende de la forma en que se formó el tejido cicatricial. De manera que, los ombligos de salida tienen tejido cicatricial adicional que sobre sale, en comparación con los de entrada que son más cóncavos.
Algunas veces también se puede formar un ombligo de salida por una hernia umbilical o granuloma umbilical. Estas son escenarios que pueden aterrar a quien sea, pero muy pocas veces son una verdadera amenaza o necesitan tratamiento.
Hernia umbilical
En bebés prematuros, los músculos abdominales no siempre están bien desarrollados y el intestino tiende a empujar a través de los músculos, creando una protuberancia cerca del ombligo. Es más visible cuando el bebé llora y tensa los músculos. Pero por lo general, esta hernia cierra sola dentro de 3 o 4 años, por lo que los cirujanos recomiendan esperar antes de sugerir una operación.
Granuloma umbilical
Esta es una condición más común, donde es un poco de piel hinchada se desarrolla en el ombligo los primeros días luego de cortar el cordón. Es parecido a un pequeño bulto rojo y a veces cubierto con una secreción amarilla clara o transparente. Sin embargo, este bulto indoloro se endurece eventualmente, pareciendo una pequeña bola de piel dentro del ombligo.
Algunos cambios durante el embarazo también pueden influir
Los ombligos de entrada pueden convertirse en ombligos de salida durante el embarazo. Durante el segundo o tercer trimestre de gestación, el útero se expande con rapidez para ejercer presión sobre la barriga, empujando el ombligo de la madre hacia afuera.
Sin embargo, cuando el bebé nace la presión desaparece. Luego, en los siguientes meses, el ombligo vuelve lentamente a su forma y tamaño normal.
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