María Antonieta nació el 2 de noviembre de 1755 en Viena, Austria y murió el 16 de octubre de 1793 en París, Francia. Fue la reina y esposa austriaca del rey Luis XVI de Francia entre los años 1774 y 1793. A María Antonieta se le asocia con el declive en la autoridad moral de la monarquía francesa en los últimos años del antiguo régimen. Sin embargo, su extravagancia cortesana fue solo una causa menor de los desórdenes financieros del estado francés durante ese período.
Su rechazo a la reforma fue causa de muchos disturbios. Y su política de resistencia de la corte al progreso de la Revolución Francesa provocó el derrocamiento de la monarqía en agosto de 1792.
La Vida de María Antonieta
María Antonieta fue la undécima hija del emperador romano Francisco y María Teresa. A sus 14 años se casó con Luis, nieto del rey de Francia Luis XV. Pero ser una representante de Austria cuando las relaciones con Viena no eran las mejores en Francia fue algo que duró toda su vida. Pero también fue desafortunada en su matrimonio, ya que Luis no era un marido muy atento. A su vez, pasó por un momento de debilidad personal, así como su marido tuvo nulidad política. Esto obligó a María Antonieta a jugar un papel político importante durante la Revolución.
En la política exterior, María Antonieta se encontró con la oposición tanto de Luis XVI como de Vergennes al intentar promover intereses austriacos. Ante este hecho, su hermano el emperador José II estaba muy decepcionado por su fracaso.
Por otro lado, la incapacidad de Luis XVI de consumar el matrimonio y tener hijos con la reina inspiró a los rivales. Esto también incluyó a los hermanos del rey. Quienes podrían heredar el trono si ella no daba a luz a un heredero legítimo.
La Revolución Francesa
La reina apoyara el regreso de Jacques Necker al poder a finales de agosto de 1788. Pero la impopularidad de María Antonieta se encontraba en su mayor expresión. Esto se debía a que era considerada parte del grupo del hermano del rey, Carlos, conde de Artois.
Sin embargo, durante la crisis de 1789 María Antonieta demostró ser más decisiva y fuerte que su esposo. Entre los meses agosto y septiembre del mismo año, ella logró con existo instar al rey a resistir los intentos de la Asamblea Nacional Revolucionaria de abolir el feudalismo. Esto trajo como consecuencia que fuese el objetivo principal de los agitadores populares. Más tarde, en octubre del mismo año la familia real regresó de Versalles a París. Donde fueron rehenes del movimiento revolucionario.
Fin del Régimen
En una política exterior donde se quería evitar que el emperador Leopoldo II (hermano de María Antonieta) iniciara una cruzada contrarrevolucionaria contra Francia. Esto provocó que Francia declarara la guerra a Austria en abril de 1792. Por lo que las intrigas de María Antonieta habían enfurecido a los franceses. Provocando un asalto al Palacio de las Tullerías y el derrocamiento del a monarquía el 10 de agosto de 1792.
María Antonieta pasó el resto de su vida en las cárceles parisinas junto con la princesa Lamballe. Quien fue leal a la reina durante la revolución. Lambelle se había negado a prestar juramento en contra de la monarquía. Por lo que el 3 de septiembre de 1792 fue entregada a una mafia parisina, le cortaron la cabeza y la colocaron en una pica frente a las ventanas de María Antonieta.
Más tarde, Luis XVI fue ejecutado por orden de la Convención Nacional en enero de 1793. Y en octubre del mismo año, fue llevada ante el tribunal revolucionario y fue guillotinada dos días después.