Para nadie es un secreto que cada región tiene una hora diferente y que cuando viajamos, debemos ajustar el reloj a esa zona. La historia comienza cuando Ben Franklin propone una especie de horario de ahorro de luz diurna (también llamado Daylight Saving Time o Sistema DST) siglos antes de que se implementara. Y que el cambio dos veces al año, se adoptó inicialmente para ahorrarnos dinero en necesidades energéticas. Conoce aquí los detalles.
Historia del sistema DST
Esta práctica se asocia al cambio de 1 hora en el reloj con la llegada del verano. Se pone de manifiesto sobre todo en los países que están cerca del Hemisferio Norte, pero su historia es un tanto curiosa. El sistema DST fue adoptado en los Estados Unidos hace poco más de cien años. En 1895, George Hudson, un entomólogo de Nueva Zelanda, ideó el concepto moderno del horario de verano. Propuso un cambio de horario de dos horas para tener más tiempo de sol después del trabajo y así, ir a cazar insectos.
Siete años más tarde, al constructor británico William Willett se le ocurrió la idea de forma independiente mientras estaba montando a caballo. Lo propuso al Parlamento de Inglaterra para evitar que la nación desperdiciara la luz del día. Su idea fue defendida por Winston Churchill y Sir Arthur Conan Doyle, pero fue inicialmente rechazada por el gobierno británico. Willett siguió defendiendo el concepto hasta su muerte en 1915.
La puesta en marcha
En 1916, dos años después de la Primera Guerra Mundial, el gobierno alemán comenzó a pensar en formas de ahorrar energía. Así que sacaron de la gaveta la idea de Willett de adelantar el reloj, y así tener más luz del día durante las horas de trabajo. La curiosa y controvertida historia del horario de verano más o menos iba así:
«Mientras los británicos hablaban de ello año tras año, los alemanes decidieron hacerlo de inmediato por decreto.»
Pronto, Inglaterra y casi todos los países que lucharon en la Primera Guerra Mundial siguieron su ejemplo. También lo hicieron los Estados Unidos: El 9 de marzo de 1918, el Congreso promulgó su primera ley de ahorro de luz diurna, con doble intención. Además de ahorrar luz, la Ley de Tiempo Estándar definió las zonas horarias en los EE.UU.
¿Hay cambio de hora en todos los países?
Hoy en día, la idea de saltar hacia adelante y retroceder el reloj es un poco más controvertida, en parte porque ya no ahorra energía. Pero cuando escuchas a un escéptico del cambio de tiempo, considera la fuente y el lugar donde viven. Si son de un lugar más al norte, pueden inclinarse a querer ahorrar más luz del día.
Es una cuestión de geografía. Cuanto más lejos del ecuador, más drásticas serán las estaciones. Esto se debe a que la Tierra está inclinada sobre su eje con respecto al sol, por lo que las partes superior e inferior del globo reciben más o menos luz solar en diferentes momentos del año. Haciendo que la pérdida de horas de luz diurna sea mayor.
En las regiones medias cercanas al ecuador, la cantidad de sol es casi la misma durante todo el año. Como resultado, las estaciones son más suaves y hay menos necesidad de hacer ajustes para maximizar la luz del día. Sólo mira un mapa de los países que usan el Sistema DTS y echa un vistazo en qué regiones realmente el cambio vale la pena.