En el área de la medicina, se ha podido observar que la creencia de un paciente posee un efecto terapéutico. Esto a su vez, causa mejoría en su condición de salud. Esta convicción, es inducida por diversos factores externos. Como la confianza generada por una persona, u un ambiente agradable y acogedor. A este proceso, se le conoce como efecto placebo. En las próximas líneas veremos, de qué se trata y cómo se produce.
Índice
Efecto placebo
¿Qué significa el término placebo?
La Iglesia católica estableció en el siglo XVIII, un Oficio de Difuntos que consistía en la recitación de salmos. El celebrante entonaba el salmo 116, y los congregados respondían con el versículo 9 del mismo salmo: “placebo Domino in regione vivorum”. Esto puede traducirse como: “complaceré al Señor en la tierra de los vivos”, para aliviar la pena de los dolientes.
Con el paso del tiempo, pasaron a llamarse “cantantes del placebo”. Término referido, a toda persona que se acercaba a los velatorios fingiendo pena y dolor. Sobre todo, en tiempo de escasez, para obtener comida gratis, mientras entonaban el mencionado verso bíblico. Este término, fue incorporándose a las distintas lenguas para referirse a un sustituto falso, un simulador.
Efecto placebo ¿Qué es?
Se le llama efecto placebo, a la reacción favorable de un organismo a una intervención médica simulada. Esta, trabaja con el efecto de ilusión y esperanza del paciente con respecto al tratamiento. Consiste en administrar un comprimido, o cualquier otra forma de un producto inerte. Basado más en la sugestión o la fe, que en un proceso científico. Obteniendo sin embargo, resultados positivos.
¿Cómo funciona?
Los complejos mecanismos producidos por el efecto placebo, no son lo suficientemente conocidos aún. Es necesaria, en principio, la puesta en marcha de dos procesos en la mente del paciente. Por una parte, el condicionamiento clásico que implica respuestas automáticas, no provenientes de la voluntad. Además, de la expectativa que tienen de mejorar con el tratamiento. Reproduciendo así, los mismos efectos bioquímicos que activan los fármacos que habitualmente se administran.
Cuestión de percepción
Como todo funciona en la mente del paciente, se aplican ciertas condiciones de acuerdo a su propia percepción. Por ejemplo, el tratamiento surtirá mayor o menor efecto en la misma medida en la que el paciente valore la competencia y profesionalidad del médico que lo administra. De la misma manera, es determinante la impresión que el mismo placebo genera en el paciente. Su apariencia, su forma de administración e incluso su precio. Pues los productos de más valor, generan una expectativa mayor y, por ende, mejores resultados.
La curación: ilusión o realidad
Hoy en día, se mantiene la controversia sobre el uso de placebos. Sin embargo, los efectos positivos de los tratamientos con placebo ya son estudiados. Pues, aunque el placebo no cura, influye en los procesos mentales del paciente cuya confianza en el tratamiento es determinante en su mejoría. En la actualidad, se utilizan para tratar el dolor, la depresión, el Parkinson entre otros. Lo que es definitivo, al final de cuentas, es la necesidad de mantener las expectativas positivas del paciente para que estas ejerzan un condicionamiento duradero y favorable.