Los seres humanos, somos altamente sensibles a las costumbres. Las rutinas y los horarios, nos hacen tener todo organizado para gestionarlo correctamente. Sin embargo, cuando cambian las estaciones debemos atrasar o adelantar el reloj para ajustarnos al cambio. Con la llegada de la primavera, hemos tenido que hacer un ajuste en nuestros dispositivos. Pero, ¿sabías cuáles son las consecuencias que provoca el cambio de hora en nosotros? ¡Seguramente no! Por esa razón, sigue leyendo y entérate sobre los efectos.
Índice
Consecuencias a nivel físico del cambio de hora
Aspectos de tipo fisiológico, son los primeros en aparecer a consecuencia del cambio de horario. Uno de ellos, es la secreción de la hormona melatonina. La cual, se encarga de regular el sueño. Por ello, cuanta más luz veamos, menos melatonina produciremos y menos vamos a poder descansar.
Asimismo, una producción escasa de melatonina hace que sintamos el cansancio mucho más rápido. Sin importar que hagamos menos actividades. Además influye en el estrés, irritabilidad e insomnio. Como no podemos rendir plenamente en las actividades diarias, también se alteran nuestros horarios para las comidas. Es por eso, que corremos el riesgo de aumentar o perder algunos kilos.
Verano vs. Invierno
Aunque parezca algo descabellado, un cambio de horario de invierno o de verano puede traer consecuencias completamente distintas. Por ejemplo, las consecuencias que provoca el cambio de hora de verano están relacionadas con ataques al corazón. ¿Qué? ¡Pues, sí!
El ajuste de la hora de invierno, aumenta los riesgos de sufrir un ataque al miocardio. Y según los expertos, estos ataques cardíacos pueden aparecer el lunes o martes posterior al ajuste de hora. ¿La razón? La repentina falta de sueño, la fatiga y el cansancio que provoca el reducir una simple hora en el reloj.
Por el contrario, en el invierno cuando añadimos una hora más al reloj y disfrutamos un poco más del descanso nocturno, las posibilidades de infartos se reducen. Sin embargo, estas alteraciones suelen verse más acentuadas en los bebés al momento de alimentarlos y en los animales. Como por ejemplo las vacas, quienes producen menos leche.
¿Cómo reducir el impacto de las consecuencias?
Para minimizar un poco estas pequeñas consecuencias, podremos tomar estas medidas unos 2 o 3 días antes de hacer el ajuste de horario.
- Si eres un adulto mayor, toma siestas cortas y esporádicas durante la tarde (2 o 3 siestas de 15 minutos).
- Por el contrario, si eres adulto con muchas actividades, toma solo 1 un poco más larga (media hora estará bien).
- Si tienes dificultades para hacer las siestas, vete a la cama 15 minutos antes de la hora regular.
- Realiza algunas actividades de tu rutina diaria, 15 minutos antes de la hora pautada. Así, tu cuerpo se irá acostumbrando al próximo cambio de horario.
- Los primeros días tras el ajuste, trata de hacer ejercicios por la mañana. De esta forma, comenzaras el día con más energía y tendrás más ánimo.