Los pulpos son moluscos cefalópodos, denominados así porque, al igual que los calamares, tienen las extremidades unidas a la cabeza. Estos octópodos son extraordinarios animales que destacan por su inteligencia y habilidad para desplazarse en lugares reducidos gracias a su cuerpo invertebrado. Los pulpos tienen 3 corazones cuyo bombeo irriga sangre a sus tentáculos y cráneo. Es un animal que se conoce por su extrema timidez, razón por la que se escabulle entre grieta en horas del día y sale a cazar durante la noche. Justamente, es esa timidez la que ha permitido desarrollar el camuflaje de los pulpos. Una habilidad que usa en medio de rocas y de plantas para evitar a los depredadores. Y así, poder cazar a sus presas para alimentarse.
El camuflaje de los pulpos o mimetismo
Los pulpos cuentan con la presencia cromatóforos. Las cuales, son células pigmentadas que hacen que su piel absorba y refleje la luz de su entorno. De esta manera, este molusco activa un patrón de colores en movimiento que confunde a los depredadores. Los principales colores de los pulpos son: rojo, amarillo y café. Y están ubicados en tres capas, más una capa debajo de su piel donde se encuentran células nerviosas que reflejan y controlan la luz a través de la iridiscencia. Esta característica distingue a estos animales del resto y los convierte en reyes del camuflaje, lo que resulta una ventaja en el mundo marino en el que existen tantos depredadores.
Una habilidad aún por explorar
Los científicos han comprobado, que el cerebro de este molusco aprovecha su gran sentido de la vista para determinar el disfraz adecuado en un tiempo de 0,2 segundos. Y antes de que termine el primer minuto el pulpo, habrá terminado de camuflarse. Asimismo, estos animales cuentan con una estructura en tercera dimensión. Con lo cual, pueden estirarse o encogerse para tomar diferentes formas. Sin embargo, se ha llegado a la conclusión de que ni los pulpos ni los calamares son capaces de mimetizarse completamente en su entorno.
Lo que sí hacen, es servirse de la imperfección de la visión de los otros seres vivos que comparten su hábitat. De esta manera, pueden engañar a sus presas y a sus depredadores con relativa facilidad. En realidad, no es una transformación lo que hacen los pulpos al mimetizarse. Estos moluscos son maravillosos ilusionistas. Cuya única pretensión, es confundir mediante un patrón que les hace imperceptibles por medio de la visión.
Futuros estudios
Los biólogos aseguran, que su habilidad se debe a una red cerebral compleja y que aún no ha terminado de estudiarse. Por ello, continúan observando y estudiándolos en su condición natural en un proceso de investigación no invasivo. Algunos ejemplares se estudian en laboratorios, pero recreando su hábitat natural para tratar de comprender su comportamiento. A futuro, es posible que se profundicen las investigaciones del funcionamiento de su cerebro. Con el fin, de descifrar los enigmas en torno al camuflaje de este maravilloso espécimen marino.