Candy Crush es un juego muy simple y adictivo que básicamente trata de combinar colores. Cerca de 93 millones de personas juegan todos los días. Por lo que los desarrolladores acumulan casi 800 mil dólares al día a través de los jugadores. Quienes compran nuevas vidas o comodines para superar los niveles con mayor facilidad. En total, medio billón de personas han descargado este juego.

Candy Crush, es un juego muy sencillo

El juego es bastante sencillo, tanto que un niño de edad preescolar podría entender Candy Crush. Simplemente hay que combinar tres caramelos del mismo color.

En un principio el juego nos permite ganar con facilidad y pasar de nivel rápidamente, lo que causa satisfacción. Este logro en el cerebro es experimentado como una mini recompensa. Esto a su vez libera dopamina en el mismo circuito neurológico relacionado con la adicción, reforzando así las ganas de mantenerse en el juego.

Candy Crush

Si bien Candy Crush en un principio es bastante sencillo, cada nivel se vuelve más difícil. Solo puedes perder hasta 5 veces si lo haces, debes esperar o pagar para jugar. Además, tiene más de 400 niveles.

Cada nivel es más difícil, superarlo es más satisfactorio y se vuelve más adictivo

No todos los niveles son así de fáciles, de lo contrario nos aburriríamos en un momento. Candy Crush hace a los jugadores volver de varias maneras. Al jugar, los niveles se vuelven más difíciles y las victorias (ráfagas de dopamina) se vuelven intermitentes.

En esencia, el juego es de azar, ya que el éxito depende de los colores que te han dado y no por tus habilidades. Es decir, la recompensa se vuelve más inesperada, ya que se pierde más seguido de lo que se gana. Esto en lugar de desalentar al jugado hace que sea mucho más atractivo, en especial para quienes aman los retos.

El límite de vidas es una estrategia adictiva

Una característica que afecta a la adicción al Candy Crush es el límite que se puede jugar. El juego te obliga a esperar después de haber perdido 5 veces. De manera que nunca vas a estar 100% satisfecho cuando juegas y querrás seguir jugando.

Al no poder jugar, se vuelve mucho más gratificante poder entrar de nuevo al juego. Esta es también la principal forma en la que los diseñadores ganan dinero. Ya que los jugadores pueden comprar vidas extras si no desean esperar.

Candy Crush

Candy Crush también es adictivo por crear un vínculo del placer con la comida del juego. Esto ha sido un método muy viejo desde las máquinas tragaperras.

¿Azúcar, dulces, casualidad?

No es casualidad que le juego sea jugado con dulces. La comida es usada con frecuencia en los juegos de apuestas, como en la máquina de frutas. Esto crea un vínculo de nuestras asociaciones felices y el placer que tenemos de comer en el juego. Si bien esto ayuda a que el juego sea más relajante y divertido, también lo hace adictivo.