Oscar Wilde fue un escritor nacido en Dublín en 1854 y murió en Paris en 1900. Fue un destacado representante del esteticismo. En 1884 se casa con Constance Lloyd con quien tiene dos hijas. Su originalidad y estilo depurado se reflejan en el retrato de Dorian Gray y El fantasma de Canterville. Publica versos y artículos en revistas de Londres, Dublín, Nueva York y Paris. Sus obras de teatro obtienen gran éxito. Escribe cuentos infantiles, como por ejemplo: El crimen de lord Arturo Savile, El Ruiseñor y la rosa, El príncipe feliz, La piel de naranja y la esfinge sin secreto. Es encarcelado durante dos años a causa de la campaña en contra suya promovida por el marqués de Queensberry. En libertad se traslada a parís, en donde muere acompañado por unos pocos amigos y en la pobreza que le deja la prisión.
Frases de Oscar Wilde
Oscar Wilde fue un personaje muy extrovertido y único, que en algún momento estuvo involucrado en escándalos por romper las normas sociales de la virilidad. Además, fue acusado de ser homosexual un gran delito para aquella época. A continuación algunas frases destacadas de Oscar Wilde.
- Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer, mientras no la ame.
- Nos pasamos años sin vivir en lo absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
- Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
- Mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
- No hay nada como el amor de una mujer casada, es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
- La única ventaja de jugar con fuego, es que aprende uno a no quemarse.
- No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando, me gusta escucharme a mí mismo.
- Dios hizo un mundo aparte para cada persona y en ese mundo debemos intentar convivir todos juntos.
- La única manera de un hombre para comportarse con una mujer es haciéndole el amor.
- Lo peor en este mundo no es estar en boca de los demás, sino no estar en boca de nadie.