El síndrome de descompresión de los buzos.

El buceo es una actividad con la que los humanos podemos explorar algo de ese mundo submarino basto y gigantesco mundo. Una actividad diferente, resultan cautivadoras las imágenes que podemos llegar a ver de captadas por buzos y su percepción de las cosas luego de la inmersión.  La idea de poder mantenernos bajo el agua durante un tiempo prolongado resulta interesante. Estas personas son capaces de hacerlo por el uso de los equipos adecuados para ello. La inmersión también puede llevar a tener repercusiones para las personas. Te invitamos a continuar leyendo y averiguar que es el síndrome de descompresión de los buzos.

 Practica del buceo en aumento.

La práctica del buceo resulta extremadamente interesante para su gran cantidad de adeptos. El abanico de posibilidades de exploración que se abre al hacerlo resulta envolvente.

Muchas personas que lo practican y un número en aumento de personas que lo harán. Pero como no todo en la vida no es color de rosa existen muchos peligros que corren los practicantes de la actividad.

Puede resultar obvio los riesgos de realizar inmersiones a gran profundidad con los riesgos que representa la presión y el ya conocido ahogamiento. A las afecciones antes mencionadas debemos sumarle el hecho de afecciones que aparecen en personas que practican el buceo. 

¿Qué es el síndrome de descompresión de los buzos?

Es considerada una enfermedad o afección. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo diecinueve. Unos buzos que debieron permanecer largo tiempo sumergidos reportaron varios síntomas al momento de regresar a la superficie.

Los problemas se presentan al momento de recobrar las condiciones atmosféricas normales si no se siguen los procedimientos adecuados.

Los médicos en su momento pese a no entender bien los orígenes de los males. Descubrieron que podían tratarle introduciendo a los individuos en cámaras de descompresión e ir nivelando lentamente con la presión normal.

Es por las cámaras que se le dio el nombre descompresión de los buzos.

El problema surge en el asenso posterior a la inmersión.

Al sumergir nuestro cuerpo largas distancias en el agua. Ocurren una serie de procesos que luego serán invertidos a la hora de ascender a la superficie.

Los gases contenidos en los tejidos son liberados hacia la sangre y los pulmones. Lo que conlleva un proceso algo tardío. Están establecidos hoy en día para la práctica del buceo tiempos de espera para cada etapa de emerger.

Depende de la distancia que se haya descendido el tiempo que nos tomará el poder regresar a la superficie de forma segura.

Si se sube demasiado rápido el proceso de liberación de presión realizado en el cuerpo, es comparable al de una lata sellada al abrirse.

Las consecuencias de descompresión de los buzos, pueden ser desde debilidad, adormecimiento a parálisis locales e incluso la muerte del buzo.

Como todo deporte el buceo conlleva sus riesgos, pero practicado de la forma correcta de seguro resulta algo totalmente inofensivos para los amantes de la actividad.

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