Sentir curiosidad ¿es bueno o malo?

Sentir curiosidad es un fenómeno completamente normal en cualquier ser humano. En la mayoría de los casos, solemos realizarnos preguntas extrañas. Puede que acerca de sucesos como la creación del mundo, la inmortalidad del cangrejo, los planetas, entre otros.

Expertos en la materia, aseguran que este tipo de inquietudes ayudan a mantener activa nuestra mente. Las curiosidades de los seres humanos se diferencian de las que puedan tener los animales. Eso es debido a que en la mayoría de los casos, la primera suele combinarse con los pensamientos abstractos y fantasías dando rienda suelta a la imaginación.

Sin embargo, en ocasiones es inevitable preguntarnos ¿De dónde provienen las curiosidades? En el artículo de hoy responderemos esa pregunta y todo lo referente a ellas.

¿Qué es la curiosidad?

La curiosidad se encuentra definida como una conducta natural con la que viven los animales y los seres humanos.

La misma induce a la exploración, investigación e indagación de un fenómeno en específico.

Sentir curiosidad es por un instinto completamente natural; cabe destacar que los individuos más jóvenes suelen tener mayor curiosidad.

¿La curiosidad mató al gato?

La curiosidad es sinónimo de preocupación o inquietud, la frase inglesa “La curiosidad mató al gato” significa que las preocupaciones en exceso pueden causar la muerte.

Por lo general, los gatos son animales muy tranquilos y cautelosos, es por ello que desde el siglo XVII se ha ejemplificado con estos mamíferos.

¿Sentir curiosidad tiene una explicación científica?

Cada vez que tenemos una curiosidad,  la corteza prefrontal, las circunvoluciones del hidrocampo y el núcleo caudado izquierdo se activan.

Esta última se encuentra directamente relacionada con la obtención de nuevos conocimientos, es allí cuando esta parte del cerebro se estimula liberando dopaminas.

Es importante resaltar que sentir curiosidad forma parte de un proceso evolutivo del cerebro medio.

Hasta el momento, las curiosidades no poseen una explicación científica concreta. Pero este fenómeno se debe a la necesidad de información que suelen tener los seres humanos.

Importancia de la curiosidad

Por medio de las curiosidades nos relacionarnos con nuestro entorno, también es una forma de mantener la corteza cerebral activa, previniendo enfermedades como el Alzheimer que nacen debido a la falta de curiosidades.

Tener inquietudes en reiteradas ocasiones es muy positivo para cualquier persona, expertos recomiendan que cualquier inquietud debe ser aclarada de inmediato.

Mientras puedan aclararse más preguntas, el cerebro estará nutrido, ayudando así a la prevención de enfermedades.

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