¿Por qué el desierto es frío?

Cuando imaginamos un desierto, lo primero en lo que pensamos es un lugar vacío, lleno de arena y mucho calor. Esto no es completamente erróneo, pero no siempre es así. De hecho, si has visitado alguno, puede que te hayas dado cuenta de que también el desierto es frío.

Por ejemplo, piensa en el continente de la Antártida, un lugar cubierto de hielo con temperaturas muy bajas. Pero, al tener tan poca precipitación es considerado un desierto. La mayoría tienen 20 pulgadas de precipitación al año, pero algunos como el desierto de Atacama en Sudamérica casi no presentan lluvias.

¿Por qué un desierto es frío o caliente?

Entonces, ¿por qué algunos lugares como las selvas tropicales tienen tanta lluvia y los desiertos poca agua? Una de las principales cosas que afectan los desiertos, es por la propiedad física del aire que puede contener más agua cuando está más caliente.

Para explicar por qué en algunos casos un desierto es frío, es necesario conocer cómo funcionan los desiertos.

Desiertos secos con aire

Los desiertos cubren cerca de 20% del planeta y hay en todos los continentes. Normalmente, se encuentran entre 30 a 50 grados de latitud. Estas áreas, están casi a medio camino entre el ecuador y los polos norte y sur.

El aire húmedo y caliente siempre se eleva desde el ecuador. Mientras más sube este aire al cielo, se enfría con mayor facilidad. El aire frío puede tener menos agua que el caliente. Es decir, mientras el agua se enfría se pueden formar nubes que liberan la mayor parte del agua. Y, debido a que el aire está por encima del ecuador, la humedad vuelve a caer en los trópicos.

Mientras el aire caliente sigue subiendo desde el ecuador, el aire frío se aleja. El aire fresco viaja hacia el norte y el sur antes de caer al suelo a unos 30 o 50 grados al norte y sur del ecuador. Cuando el aire frío cae al suelo comienza a calentarse de nuevo, es un aire seco y comienza  absorber la poca agua que hay cerca.

Sombra de lluvia

Es común encontrar desiertos al lado de una cadena de montañas, pero no sigue del otro lado. ¿Por qué? Si volvemos a pensar en el aire que asciende y desciende, podemos encontrar la lógica a este asunto.

Las nubes cálidas llenas de vapor de agua siempre se mueven a las cordilleras altas desde la misma dirección. En el momento que la nube empieza a cruzarla debe elevarse sobre ella. Esto provoca que el aire se enfríe y el agua transportada en forma de vapor se condense. De manera que es liberada como lluvia de ese lado de la montaña (lado de barlovento).

Luego de que las nubes cruzan la montaña y han liberado la mayor parte del agua, se mueven al otro lado de las montañas (sotavento). El viento sigue impulsando el aire fresco y seco, pero mientras el aire baja por la pendiente de sotavento se hace más caliente. Esto significa que puede volver a contener más agua.

De manera que el aire vuelve a recoger agua, incluso desde el suelo. Y así se crean partes demasiado secas del desierto en el lado de sotavento de la cordillera, también llamada sombra seca.

Mantas de agua

No se trata de una manta hecha de agua, sino de vapor de agua. El vapor es una mezcla de agua y aire básicamente. Debido a que los desiertos son tan secos, su humedad es muy baja. Una gran cantidad de vapor de agua le permite funcionar al aire como una manta de agua.

Esto provoca que se mantenga el calor o el frío que en un aire con poco vapor de agua. Y, dado que los desiertos tienen muy poco vapor en el aire, es más difícil retener el calor o frío en el desierto.

Durante la noche, el sol ya no calienta el desierto y el calor del día no queda retenido. De manera que en la noche el desierto es frío, tanto que podría caer a una temperatura de menos de 4ºC. Que de por sí, ya es una temperatura para abrigarse.

Y por supuesto, de día el frío de la noche no queda retenido. Por lo que al salir el sol la temperatura aumenta muy rápido y puede superar los 48º C con facilidad.

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