El misterio de la cueva de los cristales

Conoce todo sobre el misterio de la cueva de los cristales situada en Naica, México. Fue descubierta por mineros mexicanos y hasta hoy ha generado más preguntas que respuestas acerca de su existencia.

La cueva de los cristales

En lo profundo de la una montaña cerca de Naica, México. En el año 2000 unos mineros buscaban yacimientos de minerales fresco , no obstante, encontraron algo más.

Ante sus ojos, sorprendidos y de forma inesperada se encontraron con enormes cristales de color blanco que se alzaban a su alrededor.

Rayos luminosos de yeso más grandes que los postes telefónicos, de casi 12 m de largo y 1 m de ancho, brillaban en las luces de los mineros y sobresalían en todas direcciones de las paredes, pisos y techos de piedra caliza de color marrón.

La Cueva de los Cristales, como se la llamó, está ubicada a 290 m bajo tierra, coronada por una montaña rica en plomo, zinc y plata. Desde su descubrimiento por la empresa minera Industrias Peñoles, la cámara subterránea ha atraído a investigadores de todo el mundo, atrayéndolos con extrañas bellezas y misterios científicos.

Juan Manuel García-Ruiz, cristalógrafo de la Universidad de Granada, viajó desde España para ver los cristales por sí mismo.

En los años transcurridos desde el descubrimiento de los cristales, los investigadores, entre ellos García-Ruiz, han desafiado las condiciones opresivamente altas y húmedas de la cueva para responder preguntas sobre el origen y el crecimiento de los cristales.

Ahora, casi dos décadas más tarde, después de haber respondido muchas de estas preguntas, los científicos están girando hacia el aprendizaje de cómo proteger y preservar los cristales para las generaciones futuras, si las fuerzas que trabajan en la mina y la montaña lo permiten.

¿Qué pasó?

Hace aproximadamente 26 millones de años, un montículo de magma se alzó hacia arriba a través de la tierra debajo del sureste de Chihuahua, México. Este magma en ascenso creó lo que ahora es una montaña cerca de la ciudad de Naica. Forzó las aguas calientes y ricas en minerales en las cavernas y lagunas. Fue en estas aguas que nacieron los cristales gigantes de Naica.

La cueva estaba llena de agua rica en sulfato de calcio. El sulfato de calcio puede formar varios minerales. Pero resultó que el yeso, específicamente una variedad transparente e incolora conocida como selenita, llegó a ser el mineral dominante en la cueva.

«Cada mineral tiene una zona de estabilidad», explica Alexander Van Driessche, un cristalógrafo del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas del Centro Nacional de Investigación Científica. La anhidrita  se vuelve más estable por encima de aproximadamente 58 ° C; el yeso es el más estable, es decir, el menos soluble, de los dos por debajo de esa temperatura.

En un principio se formaron depósitos de anhidrita en las aguas calentadas con magma. Luego, a lo largo de miles de años, el agua se enfrió de forma gradual. A medida que la temperatura se deslizaba por debajo de 58 ° C, la anhidrita comenzó a disolverse y los cristales de yeso comenzaron a nuclearse y crecer. La anhidrita en disolución suministró a la solución subterránea suficiente calcio y sulfato para mantenerla apenas sobresaturada, condiciones ideales para el  crecimiento lento.

La Cueva de los Cristales no es la única cueva debajo de la montaña cerca de Naica. Las mismas aguas que inundaron la cueva también se filtraron a través de otras cámaras subterráneas cercanas. Pero los cristales en estas otras cámaras no alcanzaron el mismo tamaño alucinante.

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