¿Alguna vez te has preguntado si la vida puede generarse de materia no viva? Por muchos siglos, o al menos desde el siglo IV aC hasta finales del siglo XIX. Las personas creían que los organismos vivos podían nacer por generación espontánea. Todos sabían que organismos simples como salamandras, gusanos o ranas podían provenir del polvo, lodo y hasta alimentos no conservados.
Índice
¿Qué es la generación espontánea?
Es una hipótesis completamente incorrecta de que las cosas no vivas puedan producir vida. Esta idea era muy popular, ya que parecía ser consistente con algunas observaciones de varios organismos animales surgiendo de fuentes sin vida. Pero existen varios experimentos para refutar este pensamiento.
Muchos científicos también realizaron experimentos tratando de brindarle un apoyo a la hipótesis de generación espontánea. Sin embargo, los científicos que refutaron esta hipótesis tuvieron mejores resultados. Entre ellos, los siguientes:
El experimento de Redi (en contra)
En 1668, el científico y médico italiano Francesco Redi refutó la hipótesis de que los gusanos se generaban de forma espontánea a partir de la carne podrida. Afirmó que eran el resultado de moscas que ponen huevos en la carne cuando está expuesta.
Para probarlo, se colocó carne en varios frascos. Algunos frascos se taparon, otros se cubrieron con gasa y otros se dejaron sin tapar. El resultado fue que los frascos descubiertos y cubiertos con gasas tenían gusanos. Mientras que los tapados no tenían gusanos.
Debido a que la carne solo esa accesible para las moscas, estas ponían huevos y salían gusanos. De manera que Redi pudo concluir que los gusanos no hacen generación espontánea en la carne.
Experimento de Needham (a favor)
En 1745, el biólogo y sacerdote inglés John Needham probó que los microbios como las bacterias podían aparecer por generación espontánea. Para hacerlo, calentó caldo de pollo para matar cualquier organismo vivo en el caldo.
Cuando enfrió el caldo, revisó en el microscopio el caldo calentado y caldo sin calentar. Descubrió que ambos caldos tenían microbios por lo que había demostrado que la generación espontánea era real.
Experimento de Spallanzani (en contra)
En 1765, el biólogo y sacerdote italiano Lazzaro Spallanzani demostró que los microbios no se generaban espontáneamente. Afirmó que los microbios son capaces de moverse en el aire. De manera que estaba seguro que el experimento de Needham salió positivo por exponer el caldo al aire.
Spallanzani realizó el mismo experimento, con la diferencia de que coloco el caldo en un matraz y lo selló retirando el aire antes de calentarlo. Como resultado, demostró que no había microbios en el caldo siempre y cuando permaneciera cerrado el matraz.
Experimento de Pasteur
En 1861, Louis Pasteur tenía evidencia que le pondría fin a este debate. Diseño un experimento muy parecido al de Spallanzani, pero Pasteur logró filtrar los microorganismos. Para esto, utilizó un matraz con un tubo largo y curvo conocido como cuello de cisne.
Este matraz permitió que el aire tuviera acceso al caldo caliente mientras el tubo atrapaba polvo con esporas bacterianas. El resultado fue que no había microbios en el caldo. Luego rompió el matraz cerca del cuello para exponer el caldo a aire no filtrado y aparecieron microbios. Esto permitió demostrar que las bacterias que aparecían en el caldo no lo hacían por generación espontánea. Siendo esta una evidencia concluyente y la prueba de que los organismos vivos solo surgen de otros organismos vivos.