El ser humano debe mantenerse aseado o limpió para alejarse de las enfermedades. Sin embargo, existen algunos olores del cual no podemos escapar. Entre los más famosos están el mal olor de axilas y el mal aliento. Hagamos lo que hagamos, así nos cepillemos 20 veces al día, este segundo percance no nos dejara, sobre todo en horas de la mañana. Detectar por nosotros mismos un aliento de perro es un tanto complicado. Ya que no somos tan sensibles a nuestros propios malos olores. Te has preguntado porque al despertarnos tenemos mal aliento, pues si deseas saberlo no dejes de leernos en esta interesante sección.

El mal aliento por la mañana

La halitosis es el concepto que aplican los médicos a este tipo de situación algo vergonzosa. En algunos casos o personas es común o transitorio. Causado por la ingesta de alimentos en exceso y alcohol. La higiene bucal es la primera herramienta contra este mal olor. Sin embargo, en la boca no solo están los alicientes de este mal olor, estos también pueden ser del sistema digestivo.

Por qué tenemos mal aliento matutino

Tenemos que tener presente que muchos procesos corporales en la noche se ralentizan mientras descansamos o dormimos. La saliva es uno de los componentes que evita que las bacterias se reproduzcan mayormente. Cuando dormimos, tenemos la boca seca y las bacterias hacen de las suyas. Estas fermentan los alimentos que quedan entre los dientes por más pequeños que sean. Creando mal estado dental y un olor nauseabundo. Es por ello, que los médicos ordenan retirar los alimentos mediante el cepillado cada noche.

Por qué tenemos mal aliento matutino

Sin embargo, el cepillado nunca es perfecto y siempre nos quedan restos de alimentos. Por lo tanto, el mal aliento siempre estará allí. La lengua ayuda a distribuir la saliva y a limpiar con el movimiento constante a dientes, encías y mejillas. Otros problemas son los alimentos que consumimos de noche. Cuando las personas tienen procesos digestivos lentos acumulan gases, al expulsar aliento sale ese mal olor de la comida descompuesta en nuestro estómago.