La naturaleza es sorprendente, desde sus más simples relaciones hasta las más complejas. Por ello, la fascinación de Charles Darwin al investigar el origen de las especies. Sin embargo, de todas las relaciones la más impresionante son las relaciones simbióticas. Este tipo de relaciones, puede explicarse desde su saber etimológico. El cual, tiene origen en el prefijo griego syn que significa con y la palabra biosis que significa vivir. Es decir, que su interpretación puede hacerse desde la interacción conjunta que tienen dos organismos de diferente especie manifestada desde una extensa y duradera relación. Los seres vivos (animales o vegetales), se relacionan entre sí. Y en esa dependencia, se percibe un beneficio de una de las partes con la intención de subsistir.
Relaciones simbióticas
Tipos de simbiosis
La simbiosis, es una dependencia que es posible entre dos simbiontes cuyos vínculos están relacionados. Además, actúa como una relación cercana entre las especies llamadas simbionte. Se clasifica de la siguiente manera: parasitismo, mutualismo y comensalismo. El parasitismo consiste en favorecer a un simbionte aunque este afecte el organismo de quien se sirve para subsistir. Un claro y común ejemplo, es el que se da en los animales llamados garrapatas que se sirven de otros animales como perros, gatos, etc.
En el mutualismo, que es otro tipo de relación simbiótica existe el mutuo beneficio. Mientras que la relación simbiótica más comúnmente conocida, es la del comensalismo. La cual, no es más que el hecho de que un organismo se come o perjudica al otro sin ofrecerle ningún beneficio. Esto lo vemos con frecuencia, en animales que forman parte de la cadena alimenticia. O en especial en el caso del pez rémora, que se alimenta de los residuos que dejan otros depredadores. Como por ejemplo el tiburón. También, hay casos donde uno de los simbiontes no se ve perjudicado y es indiferente a la simbiosis. Como en el caso de las arañas, que viven en plantas fabricando su tela.
Otro tipo de simbiosis
Dentro de las relaciones simbióticas, encontramos que hay otras clasificaciones en las que ambos se necesitan mutuamente. Estas pueden considerase como relaciones ecto-simbióticas y endo-simbióticas. Las ecto-simbióticas, se dan en organismos que viven juntos el uno del otro como los mariscos y crustáceos dentro de las ballenas. Mientras que las endo-simbióticas los organismos viven dentro de otro, en los humanos ocurre con los lacto-bacilos.
Por otra parte están las relaciones obligadas, son las necesarias para que uno de los organismos viva. No obstante, se encuentran las facultativas. La cual, beneficia uno de los organismos sin que esto represente una condición para que el otro viva.
Simbiosis en los seres humanos
Como seres vivos, los humanos presentan un tipo de simbiosis pero relacionada con la psicología. Este curioso planteamiento, se presenta en las relaciones que se dan entre las madres y los hijos pero desde una relación de co-dependencia. Los bebés, presentan una dependencia materna importante en su crecimiento y por ser frágiles. La supervivencia de estos, tiene un tiempo determinado hasta ir logrando su autonomía.