Mozart, Bach, Beethoven y Frederick Chopin, no imaginaron el alcance que tendría en el mundo toda esa inspiración puesta en sus obras. Angustia, tormento, alegría, emoción, amor, dulzura transformándose en sonido insigne. Fueron despertando las mentalidades, de una época donde el conocimiento y la cultura iban haciendo espacio a una era llena de novedades. La música clásica es denominada de esta manera, ya que pertenecía al periodo del clasicismo. De la misma manera, que la música romántica pertenece al periodo del romanticismo. Sería mucho más acertado decir música académica o culta, en lugar de música clásica. Pero se ha mantenido esta denominación, por el uso común que le han dado las personas. Una sonatina, las sinfonías, la ópera, cuatro estaciones de Vivaldi entre otras. Todas, tienen una influencia extraordinaria en el intelecto, la salud y los estados anímicos de las personas. Mucho más que otros géneros o formas musicales. A continuación, descubriremos por qué es bueno escuchar música clásica.
Índice
Efectos de escuchar música clásica en el cerebro
Existen muchos beneficios que aporta el escuchar música clásica en las personas. Sobre todo, si éstas requieren de una ayuda especial. No obstante, encontramos que algunas madres optan por estimulación intrauterina escuchando música clásica durante el periodo de embarazo. Obteniendo como resultado, unos niños intelectualmente más activos y exitosos en las escuelas.
Las obras de Mozart, generan un estado de exaltación según estudios realizados. Lo que permite, una mejora temporal del razonamiento espacial y de la memoria a corto plazo. Es significativo destacar que el escuchar música clásica, se modera el carácter impetuoso de algunos niños en las edades comprendidas de 3 a 9 años generando en estos un cambio de conducta positiva. La Universidad de Stanford, realizó estudios que comprobaron que escuchar música clásica ayuda a los estudiantes a memorizar mejor y realizar excelentes presentación en público.
Música clásica y terapia de recuperación post-operatoria
La música, reduce un sinfín de cargas emocionales que llevan las personas consigo según sean sus vidas. No obstante, encontramos situaciones extraordinarias donde los seres humanos no pueden controlar sus estados nerviosos. Como por ejemplo, una situación de salud.
Una investigación de las revistas médicas The Journal of Surgery Cardiothoraic, afirma que el escuchar música clásica (ópera) marca la diferencia entre pacientes que fueron trasplantados. Debido, a que disminuyeron su ansiedad, dolor, nauseas. Incluso, notaron efectos positivos en el sistema nervioso parasimpático.
La música clásica y la salud
Si la música genera unas emociones particulares en el organismo, se entiende que no solo reduce las angustias. Sino que también, es beneficiosa para controlar la salud desde otros puntos significativos. Seguramente el estrés del día a día, ocasiona que las personas aumenten la presión arterial.
La Universidad de San Diego, comparó que la música clásica y el jazz proporcionaron beneficios significativos para los pacientes con hipertensión arterial. Les mantuvieron con un nivel muy bajo de tensión arterial, incluso mantuvieron ese nivel por mucho más tiempo del esperado. En otros pacientes como por ejemplo los pacientes con problemas de psiquiatría, se comprobó que escuchar música clásica les ayudaba a mantenerse más sosegados.
-
Vivimos en un mundo en el que las exigencias suelen ser más mentales que… Leer más
-
Por mucho tiempo ha habido dos formas de ver nuestro futuro: un lugar donde… Leer más
-
El dengue, ha sido considerada una de las enfermedades más difíciles de controlar puesto… Leer más
-
Por algo se dice que los hacedores del arte de la guerra juegan al… Leer más
-
¿Sabías que hay planetas que tienen muchos diamantes? Pues incluso llueven diamantes. No estamos… Leer más
-
Los investigadores españoles de la USC encuentran en el Monte Ermelo una muestra histórica… Leer más
-
¿Te imaginas que de repente la tierra dejara de girar? ¿Qué pasaría con la… Leer más
-
Hay muchos mitos sobre si los gatos ven en la oscuridad o no, y… Leer más